¿Hay o no hay «grieta» en Chubut?
Por Santiago Costa
Los actos por el 25 de Mayo permitieron ver el mensaje que el gobernador y los intendentes dieron sobre la actualidad.
Sin grieta
Mariano Arcioni repitió el mensaje «anti grieta» que viene desplegando hace semanas en actos y entrevistas. El gobernador (ya fuera de la competencia electoral) se viste de estadista, elogia a quienes lo acompañaron en momentos difíciles y pregona la unidad.
Con más recursos gracias al aumento de las regalías petroleras, Arcioni recompuso su relación con la mayoría de los intendentes (el caso de Sergio Ongarato es un buen ejemplo, que tuvo un suave discurso sobre «el bien común»). También logró aislar a los sectores más rebeldes del sindicalismo estatal con ofertas salariales «posibles» .
Juan Pablo Luque y Gustavo Sastre también hablan de unidad. El peronismo provincial ensamblado desde el gobierno nacional fortalece la gobernabilidad de Arcioni. Saben que debe terminar bien su mandato para que la transición sea posible.
Luque sí apuntó a la oposición cuando dijo que “la dirigencia política debe dejar las diferencias de lado» y “dejar de hablar tanto y hacer algo más por la comunidad”.
¿»Hace» el oficialismo que gestiona y «habla» el opositor que legisla?
Con grieta
Muy distinto fue el caso del intendente de Trelew, Adrián Maderna. Le reclamó al gobernador «que se haga cargo» de la inseguridad (la ciudad sufre una oleada de asesinatos) y baje recursos a la policía. También le reprochó la falta de recursos en un Centro de Atención Primaria de Salud.
En línea con su acto político de semanas atrás, Maderna dijo que el gobierno provincial «castiga» a Trelew por la postura del madernismo en contra de la minería.
Damián Biss dio un discurso muy extraño en Rawson, al que es difícil ponerle contexto. El intendente apuntó a “lo que hemos hecho mal (…) hemos cometido muchos errores como
sociedad, tenemos la necesidad de aprender de nuestros errores”. ¿Se refirió a la gestión previa de Rossana Artero, a la provincial o a la nacional?
Solo quedaron como abanderados de «la grieta» el senador Nacho Torres, el opositor más nítido al gobierno de Arcioni (más ahora que Biss y Ongarato recompusieron su relación con el gobernador).
También Carlos Linares, senador y presidente del PJ, que se desmarca permanentemente de la estrategia de Luque y Sastre con criticas incesantes al gobernador. El mackarthysmo, en cambio, parece haber abandonado esa postura con un silencio piadoso, al igual que el diputado Santiago Igón.
