En el Día Mundial de Solidaridad con el Pueblo Palestino una multitud propalestina intentó asaltar una base con tropas estadounidenses en Turquía.

La Policía turca utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua cuando cientos de personas en una manifestación pro palestina intentaron asaltar una base aérea que alberga a tropas estadounidenses.

Turquía, que intensificó sus críticas a Israel a medida que la crisis humanitaria en Gaza empeoró, apoya una solución de dos Estados y al mismo tiempo acoge a miembros del grupo militante palestino Hamás.

Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás, estallaron protestas en todo el país. Las imágenes de las protestas mostraban a la Policía disparando gases lacrimógenos y utilizando cañones de agua para dispersar a las multitudes que ondeaban banderas turcas y palestinas y coreaban consignas.

Los manifestantes derribaron barricadas y se enfrentaron con policías antidisturbios. También se vio a los manifestantes arrojando sillas de plástico, piedras y otros artículos a la Policía, que disparó bombas de humo contra la multitud.

El presidente de IHH, Bulent Yildirim, se dirigió a la multitud en Adana y les instó a abstenerse de atacar a la policía. «amigos, está mal tirar piedras o hacer cosas similares porque tanto la Policía como los soldados querrían ir a Gaza y luchar y lo harán cuando llegue el momento. Nuestra ira es enorme. No podemos contenerla. Pero Turquía está haciendo lo que puede», añadió.

Pero el referente de IHH finalizó su manifestación antes de lo previsto debido a que a los enfrentamientos con la Policía recrudecieron.

Jornada Mundial de Solidaridad con el Pueblo Palestino

En la Jornada Mundial de Solidaridad con el Pueblo Palestino, los manifestantes llenaron las calles de ciudades como Londres, París, Berlín, Kuwait, Oslo, Johannesburgo y Washington.

El núcleo de la cuestión árabe-israelí es la forma en que se creó el Estado de Israel en 1948, con numerosos puntos sin resolver, como la esperada creación de un Estado árabe en la región de Palestina, la confiscación de tierras y la expulsión de palestinos. Que se convirtieron en refugiados en los países vecinos.

La decisión de crear los dos estados fue tomada en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se llevó a cabo sin el acuerdo de varios países árabes, generando aun más conflictos en la región.

Durante las siguientes décadas, la ocupación israelí de los territorios palestinos –apoyada por Estados Unidos– se volvió más dura, lo que alentó la creación de movimientos de resistencia.

Hubo numerosos intentos fallidos de acuerdos de paz y, en la década de 1990, se alcanzó el Tratado de Oslo, en el que Israel y la Organización de Liberación de Palestina se reconocieron mutuamente y dispusieron el fin de la ocupación militar israelí.

El acuerdo encontró la oposición de sectores de Israel –que incluso mataron al entonces primer ministro del país– y de grupos palestinos, como Hamás, que comenzó su campaña con terroristas suicidas.

Tras la salida militar israelí de las tierras ocupadas de Gaza, se celebraron las primeras elecciones palestinas, ganadas por Hamás (2006), pero no reconocidas internacionalmente. Al año siguiente, Hamás expulsó de Gaza a los moderados del grupo Fatah y dominó la región.

El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó su mayor operación hasta el momento, invadiendo territorio israelí y provocando el mayor número de muertos en la historia del país, 1.400, además de tomar alrededor de 200 rehenes.

La respuesta israelí ha sido brutal, con constantes bombardeos que ya han provocado la muerte de miles de palestinos, además de cortes de suministro de agua y electricidad, medidas consideradas desproporcionadas, criticadas y tachadas de “masacre” y “genocidio” por varias organizaciones internacionales.