Bomba política: será «Sastre-Luque o Luque-Sastre»
Por Santiago Costa
La reunificación del peronismo en Chubut empieza a ser una realidad. El Frente de Todos, compuesto por el PJ y Chubut al Frente, busca una fórmula que contenga a la zona sur y la zona norte.
Querer y poder
El intendente Juan Pablo Luque quiere ser gobernador, aunque aún no lo haya dicho oficialmente. Sabe que su momento es ahora, que está en la plenitud de su imagen positiva y que no puede repetir mandato en Comodoro Rivadavia.
El vicegobernador Ricardo Sastre tiene un producto político de exportación: Puerto Madryn. El prestigio de la ciudad (turístico y económico) es su principal activo. Sastre resignó la candidatura a la gobernación en 2019, cuando se encontraba con una fortaleza parecida al de Luque hoy.
La dificultosa competencia en el peronismo -donde nunca el que pierde acompaña- incita a los dirigentes a buscar nuevas reglas de juego, sea con el fin de las PASO, el advenimiento de una Ley de Lemas u otras ingenierías electorales.
El “pacto de no agresión” entre Ricardo Sastre y Juan Pablo Luque (que tuvieron varios encontronazos públicos y privados en el pasado) fue impulsado por los principales dirigentes nacionales y los convirtió en los dos pilares de la gobernabilidad de Mariano Arcioni. El Frente de Todos nació en Chubut tres años después que en el resto del país.
De la unidad política a la unidad electoral
Descartada la competencia directa mediante unas PASO -porque exhiben la fractura política y luego se pueden fugar votos-, el peronismo especuló con implantar la Ley de Lemas, que obliga a los votos del perdedor de la interna a ir con el ganador del mismo partido.
La recorrida de Ricardo Sastre en Comodoro exhibió “unidad y sintonía” con Juan Pablo Luque. Pero Sastre fue un paso más allá, diciendo que el acuerdo es incluso electoral y solo resta definir si es “Luque-Sastre” o “Sastre-Luque”. ¿Pero cuál Sastre?
Ricardo Sastre nunca sería vicegobernador de Juan Pablo Luque. Primero porque sería quedarse donde está y segundo porque lo aburre el legislativo.
Juan Pablo Luque nunca sería vicegobernador de Sastre. Ese es un espacio de no poder, reconocería una subordinación de Comodoro a Madryn que no está dispuesto a convalidar. Eso solo sucedería con una abrumadora ventaja del madrynense en las encuestas, cosa que no sucede.
Luque sabe que su posición ahora es inmejorable, como Sastre sabe que su imagen positiva cayó mucho desde 2019.
¿Cuál sería una salida a ese laberinto de incompatibilidades? Que el «Sastre» que vaya de vice de Luque sea Gustavo.
Ricardo Sastre aseguraría políticamente su bastión con una nueva intendencia suya y mantendría el espacio de poder ya conseguido a nivel provincial, nada menos que la línea sucesoria.
Ese acuerdo sería posible con la inclusión de un número considerable de legisladores suyos en la lista, sumado al control de varios ministerios, algo que con el gobernador Mariano Arcioni nunca tuvo.
La posibilidad está en el aire. ¿De dónde soplará más el viento?
