Cierres, PASO y después
¡Las PASO han muerto, vivan las PASO!
No hay democracia sin elecciones y no hay elecciones sin partidos políticos, aunque pesen cada vez más los candidatos (mediáticos) que las estructuras territoriales, sectoriales o sindicales que lo apoyen.
Los partidos políticos siguen siendo el instrumento legal por el que un ciudadano se transforma en candidato y luego en representante de la soberanía popular.
Por eso los cierres de listas definen qué tripulantes se subirán a esa canoa llamada lista partidaria, que tiene siempre menos asientos que náufragos.
Despreciadas víctimas de las listas de unidad, por ser una herramienta que nadie utiliza o apenas «una encuesta millonaria», las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias resurgieron en Chubut con todo su esplendor.
Habrá primarias entre las principales fuerzas que disputarán las tres diputaciones nacionales que finalizan: dos justicialistas (Ana Llanos, Santiago Igón) y el camionero ex dasnevista Jorge Taboada. Dos de Comodoro, uno de Esquel.
¿Cambiando?
Cambiemos presentará dos listas, una mixta liderada por Nacho Torres y otra radical pura encabeza por Eduardo Conde.
Nacho Torres astutamente juntó con anticipación sus avales y le ofreció a Claudia Rivera, radical de Comodoro, secundarlo. Tercero incluyó a Matias Tacceta, secretario de Finanzas de Sergio Ongarato en Esquel, de buena imagen.
Torres además desactivó con una foto junto a Rogelio Frigerio cualquier candidatura que pudiera invocar a la Casa Rosada, como la del radical Emiliano Álvarez Rasso, que se bajó.
Eduardo Conde, que tuvo disimulados inconvenientes para reunir los avales mixtos requeridos, lleva una lista radical pura. Aunque representa a la línea Menna-Pagliaroni-Herrera, no deja de expresar el espíritu de autonomía provincial a lo Mario Cimadevilla.
Contra todos los pronósticos, el veterano dirigente esta vez prefirió no jugar, tal vez para conquistar la presidencia partidaria como trampolín para regresar al senado.
La jugada de Nacho Torres, al hacer su lista impura y colocar laderos radicales de Comodoro y Esquel, desdibujó esa frontera. Impulsado desde arriba por la boleta presidencial y desde abajo en Comodoro por Ana Clara Romero, sus opciones de ganar la interna no son menores.
El príncipe sin reyes
En Chubut Al Frente irán con boleta corta -sin candidato presidencial- Máximo Pérez Catán como el candidato de Mariano Arcioni y Alfredo Béliz, sino como el de Adrián Maderna, al menos sí como «el de Trelew».
La elección de Mariano Arcioni obedeció más a equilibrios internos de su alianza de gobierno que a una estrategia electoral. Máximo Pérez Catán representa a ese sector del dasnevismo que cerró filas y le juró lealtad como su nuevo jefe, desmarcándose de un dasnevismo «duro» que quedó en su casa o en prisión, o yéndose de la Legislatura o jugando más o menos abiertamente con el mackarthysmo.
Pero Máximo Pérez Catán ya no tiene ángel electoral, como quedó demostrado en 2015, cuando perdió malamente con Adrián Maderna. El mismo que no moverá un dedo en las generales si le ganase a Alfredo Béliz.
Tampoco moverá un dedo Ricardo Sastre, sencillamente porque esa candidatura no representa a los jefes territoriales, ni lo ven como propio. Habiendo sido ya electos, no se juegan la ropa, no disputan poder.
La elección de Valeria Saunders obedece a la misma lógica: es una leal a Fontana 50, arcionista pura. Con una estrella electoral en ascenso, la hasta diciembre ministra de Familia y concejal electa por Esquel, no arriesga.
A Mariano Arcioni le fue electoralmente muy bien en la cordillera, no habría alcanzado su objetivo sin los votos de Comodoro.
Y esta vez Comodoro quedó afuera del ticket del oficialismo, que no le pagó a los petroleros su aspiración de llevar a Leandro Moyano. ¿Cuántos votos sacará esa fórmula en Comodoro, sin candidato a presidente ni a gobernador?
Un choque sin ambulancias
Donde no habrá internas es en el Frente de Todos, el ex FPV, que las instauró allá por 2009. La imposición a último momento de la estrategia nacional por sobre la construcción territorial local traerá consecuencias, por ahora solo visibles en el frente de la sede provincial del PJ.
La exigencia de Cristina Fernández para que Santiago Igón renueve mandato y encabece la boleta se enmarca en una estrategia nacional de renovación de 23 mandatos camporistas en diputados y la creación de un bloque propio en el Senado, que Cristina lidere como vicepresidenta o como senadora. Una estrategia win-win.
La comunicación de la decisión a último momento (un sello kircherista, que sigue la máxima de Perón, información-secreto-sorpresa) y el impedimento de presentar una lista alternativa que contenga al menos a un sector de la estructura política local, dejó a la mitad de los dirigentes como zonzos y al resto como tímidos.
Los camioneros hicieron destrozos en la sede del PJ y agredieron al sector del precandidato a la intendencia de Comodoro Guillermo Almirón (¿eran los que estaban «más a mano» o hubo un pase de facturas en especial?), pero Jorge Taboada no tuvo la banca de Hugo Moyano.
A Santiago Igón tal vez no le importe mucho tener menos amigos que nunca en el peronismo chubutense. Ni siquiera su compañera de fórmula surgió de los nombres que aportaba la rama femenina (Florencia Papaiani, Claudia Bard, Alejandra Tolosa).
Fue ungida Estela Hernández, activa legisladora provincial, pero de muy bajo perfil, que a pesar de tener un origen en el gremio mercantil, ya no lo representa. Comodoro quedó en tercer lugar con Carlos Catalá, el apreciado secretario de Salud municipal, apenas un premio consuelo para la ciudad petrolera.
Carlos Linares ingresará en diciembre a esa legión de capitanes sin general (sin territorio) que ya integran Carlos Eliceche, Norberto Yauhar, Gustavo MacKarthy y Rafael Williams.
Cuentan con una tropa de legisladores provinciales y concejales, pero el peronismo provincial quedará más fragmentado después de esto, porque los acuerdos territoriales por diputaciones nacionales no tienen garantes ni internas para competir y así es imposible consolidar construcciones y liderazgos locales.
