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Vidal quiere desdoblar, Macri no

Los principales estrategas electorales del Gobierno ya se preparan para una confrontación electoral con Cristina de Kirchner, con epicentro en la provincia de Buenos Aires.

No se desdobla

Asesores de la gobernadora María Eugenia Vidal recomiendan el desdoblamiento de las elecciones, separando la votación presidencial de las elecciones municipales y para gobernador. El jefe de Gabinete Marcos Peña y el asesor presidencial Jaime Durán Barba creen que lo más conveniente es mantener los comicios unificados.

Como cuenta la periodista Lliliana Franco en ambito.com, en la Rosada creen que “no existe la menor posibilidad”.

La decisión final se debe resolver a más tardar en febrero o marzo y que en caso de prosperar el desdoblamiento solo se necesita un decreto y las elecciones bonaerenses se harían antes de las elecciones primarias.

En la Casa Rosada lo descartan de plano al asegurar que solo “fue una amenaza de María Eugenia Vidal para que voten el presupuesto provincial”. 

En el entorno de Vidal preocupa, a diferencia del entorno de Macri, ver el peso que aún mantiene la expresidente, especialmente porque admiten que gran parte de su electorado, “estaba mejor antes”. Explican en las filas provinciales que “la gente hoy tiene menos plata en el bolsillo”, y esto “no se puede negar”.

En la Rosada contra argumentan que la economía “estará mejor y no será una piedra para la campaña”, y con satisfacción además muestran encuestas en donde después del G20 Mauricio Macri creció unos 10 puntos en imagen, en tanto Cristina cayó 7 puntos.

Contra Cristina

Tanto por información como por análisis, en las filas de Cambiemos se apuesta a que Cristina será candidata y que su hijo Máximo se encuentra elaborando las líneas centrales del discurso de campaña de la expresidenta.

Creen que, por cuestiones de estricta lógica política, Cristina se presentará en las próximas elecciones. Entre ellas, la mejor protección judicial para la exmandataria sería mostrar un importante caudal de votos -hoy retiene entre un 30 y un 35% de adherentes, según distintos encuestadores-, ya que ella considera que las causas en la Justicia se originan en razones políticas.

Participar de las elecciones le daría la facultad de decidir la integración de las listas de candidatos y, en consecuencia, asegurar la continuidad de representantes del kirchnerismo en distintos estamentos del poder. 

La expresidenta no cuenta –evalúan- con ningún candidato que le dé certezas de continuidad y lealtad. Encuestas del Gobierno arrojan una intención de voto para Sergio Masa de 10 a 12 puntos, el peronismo alternativo no suma mucho más y queda claro que los votos son de Cristina.

En última instancia, rematan, la expresidenta no arriesga nada, porque seguirá teniendo mandato, fueros incluidos, como senadora electa.

Candidatos a gobernador

En el territorio bonaerense se especula con que el kirchnerismo postularía como candidatos a gobernador a la intendente de La Matanza, Verónica Magario o al exministro de Economía, Axel Kicillof.

En reserva, desde el oficialismo se confiesa que Magario sería mejor candidata para disputar por parte del oficialismo, ya que se la podría atacar por su gestión, mientras que Kicillof podría ser un candidato más competitivo.

La situación económica dará pocos argumentos para el oficialismo, ya que la mayoría de los indicadores son negativos para Cambiemos cuando la comparación se efectúa con fines de 2015.

Al menos, esperan compensar con obras. Desde La Plata esperan que el ministro de Finanzas, Nicolás Dujovne, desembolse unos 19.000 millones de pesos que demanda la provincia.

Desde el Palacio de Hacienda habrían respondido que se remitirán unos 10.000 millones y el resto en obras. El tema será motivo, anticipan voceros oficiales, de discusión hacia comienzos del año próximo.

Seguridad

La seguridad es uno de los temas que ha tomado la administración central, pero la provincia de Buenos Aires decidió asumir un costo político al no adherir al protocolo implementado por la ministra del área, Patricia Bullrich.

Explican que de los 90 mil efectivos que conforman la policía bonaerense, unos 20 mil nunca usaron un arma y no se los considera capacitados como para seguir el protocolo propuesto para las fuerza federales.

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