Arcioni fue silbado en Madryn ¿sorpresa?
Por Santiago Costa
El día que su amigo y mentor político asumió un “súper ministerio” en el gobierno nacional, el gobernador Mariano Arcioni fue abucheado en público como hacía mucho no se veía.
La llegada de Sergio Massa al gabinete es una buena noticia para Chubut en términos de gestión y para Arcioni en términos electorales, porque aumentan sus chances de ser el candidato a diputado del Frente de Todos en 2023.
Pero en el acto aniversario de Puerto Madryn (en el estadio del Deportivo Madryn, ni más ni menos), el gobernador fue silbado y abucheado en un discurso que terminó abruptamente.
¿Por qué pasó eso? Las explicaciones políticas suelen ser lineales y simplistas, o sea, conspirativas. En tierra santa sastrista, nadie osaría mover un dedo sin la bendición del jefe local. El problema con este enfoque es que suele ser válido cuando es nítido el beneficio del conspirador. En este caso no es tan claro.
La alianza política, legislativa y electoral de la sociedad Luque-Sastre-Arcioni goza de buena salud, a pesar de los tironeos y negociaciones sobre desdoblar las elecciones o no. Por el momento les conviene más estar unidos que enfrentados.
Incluso, y a diferencia de Comodoro, las gestiones brillosas de Rawson y Puerto Madryn suelen necesitar de la colaboración del gobierno provincial para no sufrir desajustes financieros.
La primer sorpresa desagradable al gobernador fue la presencia del intendente Adrián Maderna. Pero si se le da un marco institucional y no político, se comprende también la presencia del intendente de Pirámides, Fabián Gandón, con el que los Sastre tienen una mala relación.
A pesar de los anuncios del gobernador de obras para la ciudad, la parte de su discurso donde fue silbado, hizo referencia a los “derechos y obligaciones” en relación a la Educación, lo que pareció un tiro por elevación a la dirigencia de Atech en plena negociación salarial.
El gobernador (que en épocas de crisis no se deja ver en público), hizo estos meses giras por el interior de la provincia, donde su presencia fue mediada por los intendentes y asociaciones intermedias. En esos entornos cuidados pudo desplegar un discurso de estadista, piloto de tormentas y de promesas cumplidas.
Pero Madryn es una ciudad refractaria al gobernador, donde las movilizaciones en contra de la ley de zonificación minera y la reivindicación salarial docente fueron y son muy fuertes. En ese contexto, es probable que el gobernador haya contrastado la efectiva baja de su imagen negativa con “un baño de humildad” local.
Solo las acciones del gobernador en las próximas semanas revelarán si cree que hubo intencionalidad política con consecuencias negativas de gestión para Madryn.
