Desafíos de la digitalización mediática en Chubut
Por Santiago Costa
El diario Jornada dejó de imprimir su edición papel, lo que brinda una oportunidad para analizar la actualidad del sistema de medios en Chubut, el ascenso de los formatos digitales y la relación de retroalimentación entre los medios escritos y radiales.
De donde venimos
Si pensamos los formatos periodísticos como formatos de generación y difusión de contenido, primero surgieron en orden de aparición los diarios, las radios, la tv y las redes sociales.
La versón papel de los diarios está dejando de existir porque ya no resultan rentables. Los contenidos tienen más circulación en el formato virtual (entradas a la web, visualización en redes sociales) y no están anclados a la territorialidad del formato impreso (ciudad, región).
El costo de impresión y distribución (insumos, salarios, flete) ya no tiene sentido. Jornada se sumó en 2024 a una decisión que ya habían tomado El Patagónico en 2020 y El Diario en 2022. Solo Crónica y El Chubut siguen publicando su versión gráfica. El Chubut incuso invirtió millones los últimos años para ampliar su planta de impresión.
Llegar a la otra orilla
El peligroso desafío que enfrenta Jornada es quedar a mitad de camino y disfrazar un recorte de gastos sin llegar a la otra orilla, la full digital.
Hablar de digitalidad es hablar de incorporar la generación de contenido multimedia y por sobre todo un eficiente uso de las redes sociales (y cada una viene con un manual de uso distinto).
ADNSUR, El Comodorense y EQSnotas son algunos ejemplos de medios provinciales que nacieron digitales y por eso portan una lógica digital.
No arrastran los vicios de los diarios, que en su intento de metamorfósis buscan adaptar contendidos arcaicos a formatos nuevos.
Un primer peligro que enfrenta Jornada es desaprovechar la mayoría de su generación propia de contenido periodístico si continúa publicando en el portal, como hasta ahora, solo el 40% de lo que publicaba en la versión impresa.
Otro desafío que enfrenta Jornada es lograr una correcta retroalimentación entre el contenido generado en su cadena radial y su versión escrita. Eso no solo incluye el desgrabado y publicación de sus entrevistas, sino un eficiente uso de las redes sociales.
¿Por cuál cuenta de X se sigue el contenido en vivo de la radio, por la de la radio, por la del diario o por la de las distintas periodistas?
A dónde vamos
Tradicionalmente, los medios gráficos imponían agenda -con las tapas por ejemplo- a los periodistas radiales, que generaban entrevistas a partir de la jerarquización de temas propuesta por los diarios. Esas mismas entrevistas se convertían en insumos para los diarios, que las publicaban al día siguente. El Chubut es un aceitado ejemplo de esto.
Una lógica que también altera el formato de los medios digitales y la distribución de las noticias por las redes sociales es la priorización de las secciones según el mercado.
“El mercado” significa clicks, cantidad de tiempo de lectura e interaciones en redes sociales (reacciones, comentarios, compartidas) por parte de un universo de usuarios dominado generacionalmente por el segmento sub 35.
Deportes, espectáculos, sociedad y policiales desplazan a las secciones de política o de economía que los diarios solían privilegiar en sus primeras páginas.
Facebook, Instagram, X, Tik Tok, Whatsapp, Telegram son los nuevos canales de distribución, cada uno con una lógica propia, que demanda la incoporación o jerarquización de editores audiovisuales, comunity managers, diseñadores gráficos y demás.
Pero sobre todo implementar una lógica generacional inherente al universo digital, que implica una auténtica redistribución de poder al interior de las redacciones. “Nadie echa vino nuevo en odres viejos”.
