Día de la Lealtad peronista en Chubut: ¿lealtad a quién?
Por Santiago Costa
El peronismo se debate entre la urgencia electoral nacional y la confusión provincial. No hay referencias, la iniciativa es de las bases y reina la desorganización.
Frente a la inminencia de un nuevo triunfo electoral de Javier Milei -que lo llevará en el peor de los casos a ganar en primera vuelta y en el mejor a un balotaje de impresivisible resultado con Sergio Massa-, los candidatos a diputados por Chubut hacen lo que pueden con lo que tienen.
De buenas intenciones
La candidata Rosario Nervi hace una gira por la meseta y la comarca andina y no la difunde (minuto 23.30). Se suceden encuentros de mujeres peronistas en Gobernador Costa y Trelew y no invitan a los candidatos. El sindicato de Camioneros hace asambleas multitudinarias en Comodoro, Trelew y Madryn y tampoco los invita.
El candidato José Glinski recorre la provincia, pero no pudo lograr que el candidato presidencial Sergio Massa haga escala en Chubut en su viaje a Caleta Olivia.
El comodorense no logra hacer blanco en César Treffinger. El libertario está ausente de la escena pública y se concentra en reforzar su dispositivo de fiscales confiado en (duplicar los votos del segundo y) lograr dos diputaciones.
La dirigencia partidaria se muestra ausente de la campaña. Juan Pablo Luque en Comodoro y los hermanos Sastre en Madryn apenas cumplen con las formas.
Está empedrado el camino del infierno
En la previa al Congreso Partidario que renovará la presidencia, el PJ se divide entre quienes quieren «colaborar» con el gobernador Torres y quienes quieren ejercer el rol de oposición. En el primer bando están los intendentes Sebastián Balochi (Sarmiento), Dante Bowen (Dolavon), los hermanos Sastre (Madryn), Othar Macharashvili (Comodoro) y el sindicato Luz y Fuerza, entre otros.
En el segundo bando están Juan Pablo Luque, Carlos Linares, Santiago Igón, Emanuel Coliñir, Juan Manuel Peralta y el sindicato de Camioneros, entre otros. El ala opositora no contará con recursos estatales para construir iniciativa política o éxitos que legitimen una conducción real. O como diría el General Perón «que asegure la libertad de acción del conductor».
La particularidad del torrismo, que cuenta con muchos interlocutores provenientes del peronismo (Guillermo Almirón, Jorge Ávila, Guillermo Aranda, Andrés Meiszner, Cristian Aliaga, José Gazzini) y alianzas con sindicatos como Luz y Fuerza y ATE, agudizará las contradicciones internas y aportará complejidad a la hora de forjar la unidad.
Un triunfo de Milei generaría una reacción defensiva, un «chubutismo» que mezclaría aún más al torrismo con el peronismo.
¿Puede haber unidad de acción sin unidad de concepción? ¿Puede haber realizadores sin predicadores? El que persuada, organice y mueste iniciativa política con éxito será el nuevo conductor del peronismo de Chubut.
Quién sabe cuándo vendrá.
