Servicoop: el que no vota no mama
Por Santiago Costa
Servicoop está en problemas. No tanto como las cooperativas de Trelew, Comodoro, Rawson o Dolavon que sufrieron embargos, pero está en problemas. El famoso “punto de equilibrio” -verdadero punto G del cooperativismo- fue acariciado por la actual conducción de la lista Verde 22 en 2016, pero voló por los aires en 2018.
Este sábado se vota su futuro (la correlación de fuerzas sección por sección entre la lista Verde y la Roja, en la nota Relojería del voto en Servicoop).
Los costos de la deuda
La gestión Marani-Abel logró regularizar la pesada deuda heredada y estar al día con Cammesa (la provedoora mayorista eléctrica) y la AFIP, terror de los balances cooperativos. La devaluación del 40% en lo que va del año, que también afecta insumos y combustible, junto a una inflación que alcanzará el 45% -que se traslada en el costo por las paritarias del gremio– para el 31 de diciembre, deformaron todas las previsiones presupuestarias.
Con los costos multiplicados -llegó a subir 9 millones de pesos (25%) la factura de Cammesa de un mes a otro, alcanzando los 45 millones de pesos y casi un 50% de la facturación de Servicoop-, los ingresos de la cooperativa se congelaron por la postura del Concejo Deliberante de “evitar los tarifazos”. Lo que a primera vista pareció una solución, no lo es. Las cooperativas necesitan acompañar con la tarifa la evolución de los costos, sino se funden o se endeudan.
La actual gestión de la Lista Verde mantuvo como lema no tener deuda con Cammesa. Lo logró gracias a la aplicación de la Ley I-539 provincial, que permitía la actualización tarifaria sin necesidad de su aprobación de los concejos deliberantes, lo que no solo impidió embargos fulminantes (con la AFIP se puede negociar políticamente en Nación, con un privado no), sino algo preciado: la tarifa social.
La gestión Marani-Abel no lo dice, pero considera que el 93% de asociados que paga su factura -un eficaz nivel de cobranza-, debe pagarla “lo que sale realmente”. Quienes no puedan pagar la tarifa plena, ingresan en la tarifa social, siendo hoy 4 mil los socios -sobre 28 mil medidores- acogidos a este beneficio (14%).
Por privilegiar ese frente, Servicoop se endeudó con la AFIP -$400 millones al día de hoy, según los Consejeros de UYO- y un diputado nacional oficialista tuvo que hacer gestiones en favor de varias cooperativas de la provincia. Servicoop ya no cuenta con el beneficio del Plan de Convergencia Nacional -inversiones reintegradas impositivamente- y ya son 15 millones no devueltos, descontados por la AFIP.
Algo de Luz, mucha Fuerza
A la hora de los costos, la lista 10 Roja pone la lupa en ingresos “opacos” de personal a la cooperativa. Personal que tiene un convenio colectivo de trabajo con muchos derechos y algunos privilegios que la vecindad de Madryn no termina de aceptar. Hoy los trabajadores de Luz y Fuerza -aproximadamente 380- son el segundo renglón de egresos en Servicoop, luego de Cammesa.
El sindicato responde que culpar al convenio de los trabajadores es un facilismo ramplón, propio del que desconoce la situación. Apunta “contra la política” por no querer pagar el costo de los aumentos -desde la época de subsidios- y desnaturalizar las tarifas, favoreciendo que las cooperativas se endeuden.
Es lo que sucedió este año, cuando los trabajadores de Luz y Fuerza se movilizaron para presionar en el Concejo Deliberante y asegurar la votación que permitió la actulización trimestral de tarifas basadas en el IPC y la inflación. Todos los ediles votaron la actualización, menos Claudia Bard (PJ-FPV, hoy apoyando la lista Verde), Juan Duarte (UYO) y Fran Albanesi (ex UYO).
Todos tus muertos
A la hora de hablar de ingresos, también se pone sobre la mesa el servicio tercerizado de sepelios con la Cemad. La gestión actual tuvo una actitud contradictoria en este tema. Primero quiso rescindir el contrato, declarando por los medios lo deficitario que era y lo poco que dejaba en las arcas cooperativas, teniendo en cuenta que el número de asociados muertos es constantes (casi cuarenta por mes).
El Cemad facturó en 2016 más de 26 millones de pesos y en 2017 superó los 30 millones pesos. ¿Cuánto queda en la cooperativa? Luego de la renegociación del contrato, el Secretario Esteban Abel declaró “logramos que Cemad deje el 20 por ciento a la Cooperativa, lo que nos permitió tener una ganancia de 400 mil pesos mensuales. Anda dando vueltas un lote que reclamaban, nos devolvieron el edificio de la calle Saénz”. Esto generó la indignación del líder de Luz y Fuerza, Héctor González, que habló de «operadores mediáticos».
La Lista 10 Roja dice querer que la empresa invierta (no rescindir el contrato) y hacer una sala en un barrio del oeste de la ciudad, preferentemente el Galina. Sin embargo, cuando la empresa quiso invertir un millón de dólares en una sala mortuoria, una mayoría de delegados de distintas vecinales se opuso y la iniciativa se frenó.
La otra Red
Facturar la prestación de un servicio de Internet también es un caballito de batalla de la Lista 10 Roja, pero en este caso compartido por la Verde 22, que ya muestra logros en la materia. Aunque la Lista 10 Roja suele recordar una polémica votación en la que un concejero -de nuevo, ligado a intereses de una radio del golfo y una prestadora privada de internet- votó en contra, desde la Verde asumen esa iniciativa como propia.
Esteban Abel detalló los logros y frustraciones sobre el tema cuando declaró que “No logramos vender el servicio de internet, que era parte de nuestra propuesta. Trabajé fuertemente en ese proyecto y por eso se instaló el NAP. La primera fase fue que la cooperativa tenga el software nuevo, que está basado en la nube. La segunda etapa de ese proyecto era darle internet gratis a las Juntas Vecinales, que ya está hecho. La tercera era salir a vender internet”. Todo parece indicar que gane quien gane se avanzará en el tema.
La Lista 10 Roja agrega como forma de aumentar ingresos también vender el servicio de agua embotellada a comercios y particulares.
La opacidad o transparencia en la gestión y difusión de los números de la cooperativa es la principal bandera electoral de la Lista Roja. Acusan a la actual gestión de presentar una defectuosa Memoria y Balance a principios de año, que no fueron aprobados. También reclaman que no se convocó a una asamblea extraordinaria, como la mayoría de los delegados votó (52 de los 73) para remover al síndico. Apuntan que la contaduría externa no funciona porque en el estudio Glades&Gatica el primero está con licencia psiquiatrica y el segundo preso por corrupción en la causa “Embrujo”. Los concejeros de la lista 10 Roja pidieron informes sobre los números mensualizados del déficit operativo de la cooperativa y los ingresos a planta durante 2018. Desde la Lista Verde 22 reprochan que no contar con el balance aprobado dificulta conseguir créditos a tasa favorable y se enfocan en una Tarjeta Social con beneficios comerciales para los socios y una Casa del Delegado, como espacio de trabajo y participación de la vida cooperativa. También la ampliación edilicia de la sede central de Fontana.
Provincia ¿problema y solución?
La deuda de la provincia con Servicoop llegó a alcanzar los 20 millones de pesos, luego de no haber pagado por casi un año la factura de escuelas, servicios de salud y de seguridad -a los que la cooperativa no procede al corte del servicio-. Aunque la provincia ya comenzó a cancelar los primeros pagos de la deuda.
El gobierno es testigo principal del colapso cooperativo provincial y diseñó un plan para absorber sus deudas (pasaría a ser su acreedor-, pagando a Cammesa más de 2 mil millones de pesos) con parte de la renta que obtiene de la generación hidroeléctrica de la represa Futaleufú y el dique Ameghino. ¿A Servicoop, que tiene más deuda con AFIP que con Cammesa, le conviene que se socialicen así las deudas de las cooperativas provinciales?
Será la próxima gestión la que deba abordar ambos temas, junto a otros que permitan aumentar los ingresos y mantener a raya las deudas, sabiendo que hay variables como el dólar y la inflación que no maneja.
Pero siempre hay un camino para fortalecer la cooperativa: todos a votar.
