Tres claves del triunfo de Merino y los desafíos de la transición
Por Santiago Costa
Gerardo Merino dio el batacazo por segunda vez y es el nuevo intendente de Trelew.
El candidato de Juntos por el Cambio no solo ganó, sino que ganó holgado y con 32% duplicó en votos al segundo. No ganar con lo justo es clave para la fortaleza política y futura gobernabilidad.
El escenario diseñado por el oficialismo fue un boomerang. El segundo, tercero y cuarto tuvieron un virtual empate en 15 puntos.
Otra lectura es que los seis candidatos del peronismo engloban el 60% de los votos. Otra que el madernismo perdió 11 mil votos en cuatro años (42%).
Hubo tres factores clave que sellaron el triunfo de Merino.
El primero es que la baja participación electoral (68%) no lo dañó a él como se suponía, sino al peronismo en general y al madernismo en particular, que salió cuarto.
Esto es parte de una tendencia nacional, la forma en la que se expresa la caída en los votos los oficialismo no es por voto bronca en blanco o fuga a otros espacios. Ese votante desilusionado simplemente no va a votar.
El segundo factor es que logró vencer a Gustavo Mac Karthy en la disputa por el voto de la clase media. Los argumentos de experiencia del ex intendente no alcanzaron y fue visto como parte del origen de los problemas y no de la solución.
La baja dispersión del voto no peronista entre las restante cuatro opciones (Por Trelew perdió 3500 votos frente a la elección anterior) también fue clave.
El tercer factor es que le ganó a Emanuel Coliñir el voto por el cambio. A pesar de su larga militancia radical, el aire de recién llegado del veterinario (y gran parte de su segunda línea, como puede verse entre los concejales) contrastó con el perfil de funcionario profesional del joven camporista.
El sistema electoral de Trelew, que refuerza al Ejecutivo en el Concejo Deliberante, no podría haber beneficiado más a Gerardo Merino.
El ganador, aunque gane por poco (como pudo comprobar Florencia Papaiani en 2019), se queda con seis de los diez concejales. Los otros cuatro se reparten entre la oposición por d´hont.
Con el triple empate entre el segundo, tercer y cuarto puesto, el próximo concejo tendrá a un concejal del mackartysmo (Belén Baskov), otro del Frente de Todos (Daniel Asciutto), otro del madernismo (Juan Aguilar) y otro de Por Trelew (Eduardo Hualpa).
Eso podría ponerse de otra forma: el madernismo perdió cinco concejales, el mackarthysmo uno y Por Trelew mantuvo el suyo.
En todo caso la fortaleza de la banca oficialista se suma la fragmentación de la oposición legislativa.
El primer desafío que enfrenta Merino es conservar intacta su fortaleza y autoridad política en esta larga transición hasta diciembre. Esto es en esencia un duelo con el intendente por influir o impedir decisiones que determinen el futuro de la ciudad.
El segundo es fiscalizar los últimos meses de gestión del madernismo, que serán un verdadero “fin de ciclo”, donde se multiplicarán las irregularidades del sálvese quien pueda.
