Analistas ven un escenario de «estanflación»
El Indec informará el jueves el IPC correspondiente a noviembre para cuando el promedio de los analistas consultados en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central arrojó un 6,1% mensual. De confirmarse ese guarismo habrá una leve desaceleración respecto a octubre cuando el indicador había marcado 6,3% mensual, con un acumulado 76,6% en lo que va del 2022 y 88% en el último año.
Para EcoGo la desaceleración sería más pronunciada para llegar al 5,5% el mes pasado.
El relevamiento de precios minoristas de C&T para GBA presentó una suba mensual de 6,2% en noviembre. De confirmarse esta estimación, la variación interanual trepó a 94,21%, la mayor desde octubre de 1991. “Alimentos y bebidas se moderaron fuertemente. Pero no se dio esa dinámica en los segmentos no alcanzados por los acuerdos de precios”, añadieron.
En el Ministerio de Economía destacan el papel de Precios Justos, con el que se busca congelar por cuatro meses el precio de 4.000 productos y mantener en 4% los incrementos de los que estén por fuera del programa. Ese último porcentaje es el objetivo que buscan para llegar a una inflación anual del 60% en 2023, mientras que aseguran que continuará la tendencia a la baja en los próximos meses e incluso sostienen que noviembre perforó el 6%.
En cuanto a diciembre, del REM se desprende una aceleración al 6,3% mensual. Desde la consultora Analytica sostuvieron que se observará un porcentaje similar al de noviembre, ya que habrá aumentos en regulados como combustibles, tarifas y prepagas mientras que en el último mes del año suele haber un efecto estacional al alza.
A pesar del enfriamiento de la actividad, la inercia inflacionaria no cede. Así las cosas, el PBI crecerá más de los esperado a principios del año por el mercado y el Gobierno, arriba del 5%, pero con un último trimestre en baja.
Al respecto, la consultora Ecolatina resaltó: “Si bien sería esperable que una demanda más débil ejerza menor presión sobre la dinámica alcista de los precios, la naturaleza del fenómeno actual de inflación crónica hace prever que esto no ocurra con la fuerza que podría esperarse en otro contexto, haciendo más factible la configuración de un escenario de estanflación como el que ha experimentado Argentina desde 2012 en adelante”.
La consultora resaltó cuatro factores para explicar ese proceso: alta inercia y desanclaje de expectativas, fuerte distorsión en los precios relativos, devaluación acelerada y ajustes de servicios regulados y restricciones a las importaciones en el marco de la brecha cambiaria. recordaron el escaso efecto de las anclas nominales tradicionales tipo de cambio, salarios y tarifas.
Fuente: BAE