El gobierno de Milei enfrenta el desgaste de la luna de miel

A poco más de un mes de haber asumido, el gobierno de Javier Milei enfrenta un rápido desgaste de su imagen positiva inicial, según se desprende de la última encuesta de la consultora Zuban & Córdoba.

Los límites del consenso

Si bien aún conserva un «piso» de apoyo cercano a su histórico núcleo duro del 30%, la legitimidad del presidente y su gestión han caído estrepitosamente desde fines del año pasado.

El informe advierte sobre la fragilidad de los «consensos precarios» que suelen acompañar los inicios de cualquier gobierno, sean del signo ideológico que sean. Estos consensos, efímeros por naturaleza, son malgastados por los gobiernos que abusan de ellos en lugar de tender puentes hacia consensos más amplios y duraderos.

Algo de esto parece estar ocurriendo con la denominada «luna de miel» del gobierno de Milei. Si bien la imagen positiva personal del presidente se ubica en el 44,3%, mientras que la gestión tiene una aprobación del 45,7%, ambos indicadores han caído alrededor de 10 puntos desde que asumió el gobierno.

Milei paga costos por las primeras medidas económicas implementadas por el ministro Luis «Toto» Caputo, que implicaron una fuerte pérdida del poder adquisitivo para amplios sectores medios y populares.

De todas formas, en el imaginario de casi la mitad de los argentinos, la responsabilidad de la crisis recae aún en la anterior gestión de Alberto Fernández. Esto funciona como un «paraguas» que aún protege parcialmente a Milei de un desgaste mayor.

El gobierno enfrenta sin embargo otros costos evitables, como la confrontación directa con los gobernadores provinciales. La idea de que «el ajuste lo paguen las provincias» es rechazada por el 58% de los encuestados, mientras que los mandatarios regionales gozan de alta legitimidad local.

Oposición aún débil

Frente a los errores del gobierno, la oposición aún adolece de liderazgos claros y convocantes. Esto le da cierta comodidad a Milei para avanzar con su agenda a pesar del desgaste.

De todas formas, la encuesta detecta señales positivas para la oposición, como el diferencial favorable que obtuvieron los gremios tras el último paro nacional contra las políticas económicas oficiales.

El caso de la Ley Ómnibus

Uno de los casos que grafica los límites del gobierno es el debate en torno a la denominada «Ley Ómnibus». Es un proyecto de drástica reducción del gasto público enviado por el Poder Ejecutivo.

Solo un tercio de los encuestados apoya la iniciativa tal cual fue presentada. Incluso sumando visiones moderadas que proponen introducirle cambios, casi dos tercios se oponen a aprobar la ley sin modificaciones.

Ante este panorama, el gobierno debe calibrar bien sus próximos pasos. Por ahora, sigue contando con un núcleo duro de adeptos cercano al 30%, producto de una sociedad polarizada. Pero varias de sus políticas económicas y sociales chocan contra derechos adquiridos y consensos básicos de la ciudadanía. Parece un buen momento para rediscutir estrategias y tender puentes.