¿Nacen nuevos vicios en la política de Chubut?
Por Santiago Costa
En Trelew los moderados se volvieron agresivos. En la provincia no se aceptan críticas a los ministros. El error de confundir lo institucional o de matar mosquitos a cañonazos.
Empate técnico y solución salomónica
El debate sobre el aumento tarifario de la Cooperativa Eléctrica de Trelew trastornó a la dirigencia política local. La solución salomónica del Intendente no dejó conforme a nadie.
El interventor judicial Matías Bourdieu pidió un 240% de aumento al Valor Agregado de Distribución, uno de los tres componentes de la factura. Lo hizo basado en la recomendación técnica del Organismo Municipal Regulador de los Servicios Públicos.
El Municipio dispuso, y el Concejo Deliberante votó, un 110% de aumento del VAD en dos cuotas de 55% (que implica un 21% en el monto final de la tarifa) en diciembre y enero. La oposición denunció tarifazo.
Bourdieu declaró que ese aumento “no sirve para nada”. Pero no responsabilizó al Municipio que bloqueó los aumentos previos, sino al Concejo Deliberante, al que amenazó con juicios de la Cooperativa, de CAMMESA y del INAES.
El fin de la civilidad
Pero la novedad es la espiral de agresividad sin límites entre el Intendente Merino y su principal opositor, el legislador Emanuel Coliñir. A menos de un año de la asunción del Intendente, la discusión pública parece haber tocado un piso.
Gerardo Merino, históricamente moderado, abandonó todo vestigio de institucionalidad y agredió reiteradamente por redes sociales al legislador, que a su vez se excede largamente en adjetivos.
En sus redes sociales el legislador trató al intendente de “irresponsable”, “soberbio”, “pedante”, “maleducado”, “mentiroso”, “irrespetuoso”, “torpe” y “patotero”.
A su vez Merino, desde un paravalanchas virtual, le contestó con sugerencias como “acomodate”, “capo”, “andá pa´ allá”; lo acusó de haber financiado su campaña con fondos de la cooperativa y ejercer una oposición “berreta, sucia y maligna” (aunque el concejal opositor Daniel Asciutto, que fue electo en la lista de Coliñir, haya votado a favor del aumento).
El intendente hacía específica mención al hecho de que la sesión tuvo que suspenderse dos veces, con desalojo de «la barra» incluida, «incluida» la presidenta del PJ local Sara Cuevas.
Incluso llegaron a discutir públicamente en la reinauguración del Museo Egidio Feruglio.
Ni siquiera los excusa la eventual táctica de elegirse mutuamente para confrontar y dejar fuera del cuadro a otros actores políticos como Federico Massoni, Pablo Mamet, Por Trelew o la izquierda.
A esta altura no sirve de nada establecer «quién tiró la primera piedra». Pero sí sirven dos preguntas:
¿Qué le pasa al intendente Gerardo Merino?
¿Y qué le pasa al legislador Emanuel Coliñir?
¿Cómo harán Merino y Coliñir para retomar una relación institucional, con reuniones como las que tuvieron en marzo y abril?
Coliñir tal vez necesite abandonar el reflejo de la chicana, marca registrada del estilo de debate del kirchnerismo. Merino quizás precise retomar el respeto por las formas, tan caro a la tradición radical. Recién va un año de gestión, faltan tres.
¿Bullying contra lobby?
La ministra de Producción, Laura Mirantes, sigue siendo resistida por sectores del empresariado provincial. A la reciente crítica del presidente de la Sociedad Rural de Esquel, ahora se sumó la Cámara de Industria, Comercio, Producción y Turismo de Madryn.
En un movimiento extraño e imprudente, la CAMAD publicó un comunicado donde reprocha la ausencia de diálogo con el ministerio de Producción, específicamente en relación al manejo de los parques industriales. Aclara un período de tiempo de once meses, que engloba la gestión de Laura Mirantes y Digna Hernando.
Primero respondieron públicamente el comunicado la propia ministra Mirantes y el titular de la Administración Portuaria de Puerto Madryn, Diego Pérez. Ambos personalizaron la polémica en el presidente de la CAMAD, Pablo Tedesco.
La ministra aseguró que «varios integrantes de la CAMAD desmintieron haber participado del reciente comunicado”. Y que fue motivado por “un pedido personal del señor Tedesco para contar con un terreno de dos hectáreas que el ex gobernador Mariano Arcioni se habría comprometido a cederle”.
No contar el vuelto
Al día siguiente el gobernador se apersonó en la Administración Portuaria de Puerto Madryn y presidió una reunión para presentar, formalmente, al representante de Chubut en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). También para re-anunciar la creación de la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior, que la Legislatura tratará este jueves 21.
Lo acompañó un seleccionado: el intendente Gustavo Sastre, el secretario Coordinador de Gabinete; la ministra de Producción; el secretario de Infraestructura, Energía y Planificación; el presidente de la APPM y el subsecretario de Asuntos Municipales.
También la diputada Ana Clara Romero y el legislador Emanuel Fernández, ambos del PRO. Por el sector privado estuvieron dirigentes de la Cámara Industrial y de Comercio Exterior de Madryn y Región Patagonia.
CIMA, ALUAR y CAPIP emitieron sendos comunicados de prensa desvinculándose del comunicado de la CAMAD.
Un comunicado que en apenas horas dejó de existir en los medios de comunicación de Chubut, un fenómeno que no es nuevo, aunque su frecuencia y normalización sí lo es.