Derrota con nombre propio: Carlos Eliceche reapareció en Madryn y arrastró a Luque a la derrota

Puerto Madryn habló con el voto en la interna: 70 a 30. Mientras Bowen crecía desde la renovación, Luque apostó por el pasado. Volvió Eliceche y la cúpula del PJ volvió a perder. Otra vez.

La elección interna dejó en evidencia el mayor error político de Juan Pablo Luque: rodearse de los que ya no tienen peso. En Puerto Madryn, esa decisión fue letal. La reaparición de Carlos Eliceche, manejando la campaña desde las sombras, fue demasiado para la militancia. El resultado fue contundente: 70% de los votos para Bowen, 30% para Luque.

Eliceche prometió irse, pero nunca se fue. Volvió a moverse como si nada, volvió a operar, volvió a perder. La ciudad ya no lo reconoce como referente: lo ve como el rostro de un peronismo viejo que se niega a dar un paso al costado. Y esta vez, arrastró a Luque con él a una derrota categórica en la ciudad portuaria.

No fue una derrota más. Fue una señal directa al núcleo duro del viejo PJ: Puerto Madryn no quiere más candidatos reciclados, ni campañas manejadas entre unos pocos y dirigidas desde Buenos Aires. El 70% que eligió a Dante Bowen no solo votó un nombre, votó renovación y una ruptura con el pasado.

Juan Pablo Luque quedó atado a un esquema que ya no suma. Y mientras siga confiando en quienes solo saben perder, la historia se va a seguir repitiendo. Como Eliceche. La derrota del comodorense fue catastrófica en Madryn, sin embargo la intención de renovación continúa siendo muy ajena a Luque.