Andrés Malamud: la batalla de todos contra todos será en 2023
¿Cuáles son los problemas políticos más importantes de la Argentina?
La política argentina no tiene un problema de legitimidad sino de eficacia: el electorado decide libremente entre ofertas políticas diferenciadas, pero luego ninguna gobierna satisfactoriamente. La clave está en la incapacidad estatal, que es indiferente a las ideologías.
¿Qué cree que sucederá con el peronismo en el escenario actual y a futuro?
La cuestión es si el peronismo se unificará o no para las elecciones, porque de una cosa no hay dudas: sobrevivirá.
¿Y con los empresarios? ¿Qué se les puede pedir después de la falta de apoyo que le dieron al gobierno de Cambiemos?
Disiento: los empresarios apoyan masivamente a Cambiemos. Lo que no hacen es arriesgar capital, pero eso tiene causas estructurales (inestabilidad macroeconómica, Estado rapaz y capitalismo prebendario) antes que políticas.
¿Cómo ve los gobiernos provinciales?
Aprovecharon la oportunidad: encontraron un Gobierno en minoría legislativa y le chuparon la sangre sin entregar mucho a cambio. Hoy la mayoría de las provincias es superavitaria, pero su productividad no aumentó demasiado.
En términos políticos, la clave es que en 2019 la mayoría de los gobernadores termina el primer mandato y puede ser reelecto, por lo que no tienen incentivos para confrontar con el Presidente ni entre ellos. El ciclo electoral está sincronizado para que la batalla de todos contra todos se plantee en 2023.
¿Y la relación entre sindicatos y organizaciones sociales?
Ésa es la gran cuestión que definieron analistas como Juan Carlos Torre y Rodrigo Zarazaga, porque del enfrentamiento o cooperación entre estos actores depende la unidad del peronismo, y de ella, el resultado electoral.
Quizás en el contexto electoral se perdona todo y la política queda vacía de cualquier posibilidad de ser juzgada en términos de moralidad/inmoralidad. ¿Cómo ve este problema?
Soy politólogo: tengo limitaciones para analizar la política en términos morales.
Da la impresión de que muchos politólogos prefieren abstenerse de juicios valorativos, cosa que no contribuye al debate, ni tampoco a la propia disciplina.
En eso consiste la ciencia política desde Nicolás Maquiavelo, con refuerzo en Max Weber: en separar los juicios de hecho de los juicios de valor, y en distinguir la ética política (basada en la responsabilidad y enfocada sobre las consecuencias) de la individual (basada en las convicciones y enfocada sobre los principios).
Hay centenares de causas judiciales en torno a temas de corrupción, pero también se teme que en un cambio de gobierno todo quede más paralizado aún que en la actualidad. ¿Puede la Justicia actuar con más celeridad e independencia?
Los jueces federales que investigan la corrupción conocen el tema por dentro. Su objetivo principal es la propia supervivencia; el secundario parece ser la venganza. “Hacer justicia”, dicen los expertos, es un concepto ajeno a Comodoro Py. Lo esperable es la “defección estratégica”: que los jueces fallen en función del gobierno que prevén y no del que está.
¿Cree que puede iniciarse una nueva etapa dentro del peronismo en la que prevalezcan los principios republicanos y la independencia de poderes? ¿O es un tema que atañe a toda la sociedad independientemente de los partidos políticos?
No se trata de principios sino de incentivos. El peronismo se comporta parecido a los demás: cuando está en el Gobierno intenta circunvalar la ley, cuando está en la oposición se hace republicano.
¿Qué expectativas puede generar un nuevo gobierno de Mauricio Macri si todos los datos hasta ahora en lo social y económico son negativos?
Ése es el gran problema: el día después de una eventual reelección. Las propuestas moderadas, cuando se agotan, abren la puerta a alternativas de ruptura. Y por ahora, la economía argentina no ofrece grandes motivos para el optimismo.
En la ciudad de Buenos Aires se duplicó el número de personas en situación de calle en los últimos años. Y no la excepción respecto de otras ciudades del interior. ¿Cómo revertir una herida tan grave?
Con crecimiento económico sostenido.
¿Qué expectativas esperar desde la Argentina teniendo a Bolsonaro como presidente de Brasil?
Soy escéptico respecto de las posibilidades de contagio: los sistemas políticos quiebran cuando no generan alternativas domésticas, no necesariamente cuando quiebran los vecinos. Lo fundamental del efecto de Brasil sobre la Argentina son dos cosas, una positiva y otra negativa: el crecimiento económico y la temible diáspora del narcotráfico.
¿Qué caminos políticos deberían tomarse en Venezuela para superar la actual situación de grave crisis?
Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Desde tu Observatorio Europeo, ¿cómo ves la política en el viejo continente, teniendo en cuenta los gobiernos de Italia, Francia e incluso España? Sin considerar los gobiernos autoritarios del Este europeo, ¿vive Europa un desencanto con la democracia? ¿Se dejará tentar por populismos y autoritarismos?
Los europeos viven el típico desencanto con la democracia que los aqueja cada vez que la economía entra en crisis. A diferencia del siglo pasado, sin embargo, el envejecimiento de las sociedades inhibe la guerra como salida. Sí, veo avanzar al populismo y al autoritarismo; no, no veo por ahora hipótesis de conflicto armado. Las masacres seguirán localizadas en la periferia europea, con los campos de refugiados y los naufragios en el Mediterráneo
Andrés Malamud nació en Olavarría. Estudió Ciencias Políticas en la UBA y luego un doctorado en Ciencias Sociales y Políticas en el Instituto Universitario Europeo. Vive en Portugal, en donde trabaja como investigador de la Universidad de Lisboa. Escribe en medios argentinos y es muy consultado sobre distintos temas de la política local. Sus opiniones en Twitter como @andresmalamud tienen más de 31 mil seguidores.
Fuente: Criterio Digital.