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Chubut entre los irresponsables, los golpistas y los estúpidos

Por José Callman

A poco más de un mes de ser reelecto y a cuatro de asumir su segundo mandato, Mariano Arcioni está empantanado en una crisis económica y política que quebró, otra vez, la paz social en la provincia.

Los irresponsables

Mariano Arcioni y Luis Tarrío son unos irresponsables, que es lo peor que se puede ser como gobernante. Un estadista es responsable cuando prevé las consecuencias de sus acciones -o su no acción- sobre terceros, en este caso los gobernados.

Si el gobernador heredó el primer pago escalonado, al segundo el reelecto gobernador lo generó.

Cada mes en que toca cancelar deuda, los ingresos por regalías petroleras, coparticipación federal e impuestos provinciales no alcanzan para pagar en tiempo y forma la totalidad de los sueldos públicos.

Tuvo que combinarse un notorio repunte del precio del petróleo y una megadevaluación para salir del pago escalonado en noviembre de 2018.

¿Porque se volvió a caer en pago escalonado en 2019? Culpar a la inestabilidad del precio del petróleo es como culpar a la suerte, como culpan por la falta de lluvia los ruralistas. Culpar al gobierno nacional es un clásico, el siempre conveniente enemigo externo, algo poco serio.

Los equipos económicos simulan escenarios y proyectan sus ingresos para confeccionar un presupuesto, que también tiene egresos. Los principales gastos del estado son los sueldos públicos, los proveedores y con suerte alguna obra.

La realidad es que se negociaron paritarias con el sector público teniendo en mente un objetivo electoral, buscando asegurar ese voto y que las clases comiencen a tiempo.

Acusar al gobierno nacional es tirar la pelota afuera de la cancha, un último recurso, romper el cristal en caso de emergencia.

Se piden adelantos de coparticipación, o que no se descuenten los pagos por adelantos tomados en plena campaña y si no sucede, entonces el gobierno nacional es el conveniente responsable de la crisis en Chubut.

Los estúpidos

Aquellos que votaron a Arcioni hace sesenta días y hoy se quejan de su gobierno, son estúpidos. No si lo votaron, solo si se quejan.

La irresponsabilidad de Mariano Arcioni y Luis Tarrío se vio en plena campaña, entre las elecciones PASO y las generales, cuando ya en abril se pagaron los sueldos públicos a destiempo. ¿Se encendió alguna alarma? ¿Arcioni perdió votos por eso? No, ganó más de veinte mil votos entre ambas elecciones.

Las estructuras sindicales estatales, docentes, judiciales, viales, de salud, legislativas tienen el deber de hacer huelga para preservar los derechos de los trabajadores.

Pero los trabajadores también votan y eso implica una responsabilidad ciudadana. El movimiento social de 2018 no logró ser capitalizado por una oferta electoral opositora.

Aquellos vecinos que se refugian en la excusa de haber votado a su intendente, sea Ricardo Sastre o Adrián Maderna, sin importar con quien iba en la boleta, tampoco pueden quejarse de quien acaban de hacer gobernador.

Los golpistas

Los trabajadores que reclaman sus derechos jamás pueden ser considerados golpistas, siempre que su dirigencia no extravíe en algún punto las prioridades gremiales y cedan a la tentación de remover a un representante electo.

La oposición, si es mayoría en la Legislatura como lo será hasta diciembre, tiene todas las potestades en el juego republicano de bloquear las leyes que el gobernador mande, anular sus vetos y sancionar leyes propias. También de destituir ministros.

Pero impulsar un juicio político, como pretenden algunos, a un gobernador recién electo es poco serio y nocivo para la calidad institucional y la democracia de Chubut.

Que los aliados electorales del gobernador (Ricardo Sastre, Adrián Maderna, Jorge Ávila) tengan pujas de poder dentro de la alianza de gobierno, como puede ser apoyar a Alfredo Béliz y no a Máximo Pérez Catán en la interna oficialista por la diputación nacional, es parte del juego.

Pero esquivar el bulto a la crisis social, como si fueran meros espectadores o no quisieran contaminarse con ella, siendo sólo socios en las buenas, es llamativo.

Lo cierto es que si Mariano Arcioni renuncia, asume Ricardo Sastre. Más de un trasnochado aseguraba ya en plena campaña que Arcioni se iría de senador en 2019 y el madrynense asumiría el mando.

Todo gesto de falta de apoyo de Ricardo Sastre será leído como una conspiración contra Mariano Arcioni.

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