El 2019 y la improbable unidad peronista
Por Santiago Costa
Para entender los movimientos pre electorales siempre conviene centrarse menos en los candidatos y más en la cantidad de cargos disponibles. Si la elección fuese el baile de las sillas, cuando se corta la música, siempre hay menos sillas que gente.
Corta la bocha
El año que viene se sortean los siguiente premios: una gobernación y vice, tres diputaciones nacionales, veintisisete intendencias, veintisiete diputaciones provinciales, más de doscientos concejales.
Quieren ser gobernador -abiertamente- por el peronismo tres candidatos: Ricardo Sastre, Gustavo MacKarthy y Carlos Eliceche. Quienes no puedan reelegir tiene que “fugar hacia adelante” y estos son los casos de Ricardo Sastre, Carlos Linares y Rossana Artero.
La diputación nacional -es probable que el oficialismo también se lleve una y Cambiemos la otra- será un premio para aquellos dirigentes que prefieran la vidriera nacional, como en el caso de los dirigentes cegetistas Héctor González y Alfredo Béliz (ambos desde Trelew).
Aquellos que queden en el camino por el primer premio, pero no acepten una vicegobernación, también tienen esta opción como consuelo. Estos serían los casos de Gustavo MacKarthy, Ricardo Sastre e incluso Carlos Linares.
En lineas generales, el dirigente de un territorio prefiere consolidarlo antes que conquistar uno nuevo. Por eso Adrián Maderna va a la reeleción y Ricardo Sastre privilegia en su fuero íntimo que su hermano Gustavo retenga la intendencia de Puerto Madryn. Perder la gobernación y la intendencia, como le sucedió a Carlos Eliceche en 2011, es la pesadilla de todos.
Imposibilitada de renovar, Rossana Artero buscará su destino, bendencirá a algún delfín o sirena e intentará retener lealtades en el Concejo Deliberante.
Carlos Linares y Néstor Di Pierro enfrentan un dilema. Ambos malquieren a Martin Buzzi, pero éste tiene un veinte por ciento de intención de votos (y el apoyo de los petroleros) y enfrentarlo abiertamente puede ser sinónimo de perder la intendencia. Juan Pablo Luque es el delfín del Tano y el favorito del partido, pero no de Linares. También Ana Llanos -divorciada de Di Pierro en los papeles, pero no en la Agrupación- quiere ser intendenta y aunque puede ser una táctica del Tano que ella camine para no resignar espacios, no se “bajará” regalándole su diputación a Linares.
Los diputados nacionales cuyos mandatos vencen, tratarán de reelegir. Ese es el caso seguro de Santiago Igón, probablemente la única condición que no negocie Cristina para desactivar Unidad Ciudadana-.
El dirigente camionero Jorge Taboada se afiliará a cuanto candidato del valle pueda – primero fue Maderna, luego Mac Karthy, después Sastre- para poder ser la “pata comodorense” de una alianza y retener su diputación. Improbable.
Pasar lista
En general las listas “sintetizan” y buscan contener a la mayor cantidad de factores que suman poder a un sector político. Un legislador puede representar una agrupación, un sindicato, un financista o ser un apartidario con buena prensa y así se arman también las listas de concejales.
Las listas de legisladores provinciales deben respetar el cupo de género y los equilibrios regionales. Los 16 por la actual mayoría contienen a ocho legisladores de Comodoro Rivadavia, dos de Puerto Madryn, cuatro de Trelew, dos de Rawson y una de Trevelin.
Suelen ir espadas leales al gobernador, intendentes y dirigentes, para pelear con el peso de su voto, los derechos de sus territorios y espacios políticos. Un ejemplo claro fue el de Gustavo Mac Karthy maniobrando alianzas con sus tres diputados.
El Congreso del PJ (que iba a ser el 17 de noviembre) se pospuso para “mediados de diciembre”, probablemente para tomar decisiones con el decreto de adelantamiento de elecciones ya oficializado, presuntamente el 17 de diciembre.
Si el cronograma oficial contempla que las generales sean el 19 de mayo y las PASO el 17 de marzo -como adelantó Nicolás Gil en El Chubut-, el 15 de enero sería el límite legal para el cierre de alianzas de los partidos y el 25 de enero se formalizaría la presentación de las listas.
El PJ tendría hasta los primeros diez días de enero para realizar su Congreso y habilitar alianzas, pero el cronograma se atrasaría si recién para el 29 de abril estuviera confeccionado el nuevo padrón. Pocos creen que suceda la reforma de la carta orgánica para habilitar a quién no tenga más de dos años de corrido como afiliado como candidato -caso Sastre-. La duda es si habilitará llevar como candidato del frente a un partido menor, como Unidad Ciudadana.
También -y más importante, de cara a la unidad- si prosperará la propuesta de José “Vasco” Arrechea de bajar el umbral para integrar las listas luego de las primarias desde el 25% actual a un más inclusivo 10%. De esta manera, el que gana conduce y el que pierde “acompañaría” poniendo algún legislador provincial.
