El PJ de Chubut reabrió el corazón
Por Santiago Costa
Por fin se juntó el PJ en su Congreso y aunque no decidió la fórmula, avanzó en definiciones. Levantó la barrera para que vuelvan los hijos rebeldes del peronismo que fueron a elecciones en otras listas en 2015 (Adrián Maderna, Ricardo Sastre), que hayan sido funcionarios del dasnevismo (Rafa Williams) o que armaron bloques propios en la Legislatura (Gustavo MacKarthy). Está casi todo permitido, menos un frente con Arcioni.
La pipa de la paz
Con la presencia de 70 congresales sobre un total de 79, el Congreso Provincial del partido Justicialista validó que todo peronista que esté afiliado al día 8 de diciembre, puede ser candidato.
Estuvieron figuras de primera línea como Carlos Linares, Carlos Eliceche, Norberto Yauhar, José Arrechea, Javier Touriñan, Santiago Igón, Nancy González, Rossana Artero, Omar Burgoa, pero se extrañó más presencia sindical y solo estuvieron la UOCRA y segundas líneas camioneras.
No participaron Petroleros, Comercio ni Luz y Fuerza. Tampoco Néstor «el Tano» Di Pierro, Jorge Loma Ávila, el ex gobernador Martin Buzzi ni los intendentes Adrián Maderna o Ricardo Sastre, todos hoy más cercanos al gobernador Arcioni.
Aunque el sastrismo leyó «que no» -influido por el portal de un astuto operador mediático del arcionismo-, el PJ le dejó abierta la puerta.
Con la foto de Gustavo Mac Karthy y Rafael Williams en el Congreso, el peronismo vuelve a hacer pie en la cordillera y tiene opción en el valle.
También se bajó el umbral para la integración de listas -post internas, mediante d´hont- desde el 25% actual hasta un 20% más inclusivo, que aunque deja gusto a poco, va en la dirección correcta. También se podrán incorporar a las listas de concejales y legisladores algunos extrapartidados, además de los propios de un frente.
De ternas e internas
Un sector del PJ aún especula con un posible eje Comodoro-Madryn, difícil hoy de imaginar con el deterioro que sufrió la relación de Carlos Linares y Ricardo Sastre. Pero si de ejes se habla, no debería descartarse a Eliceche. Es que la conducción del partido ya da como un hecho una interna con varias fórmulas.
Una de ellas será encabezada por Gustavo MacKarthy, con un/a muy probable vice de la cordillera, hasta donde su predicamento se estira. Varios intentan que la segunda fórmula la encabece Carlos Linares, que continúa haciéndose rogar por la militancia. Tampoco se descarta una tercera fórmula de Omar Burgoa.
Otra opción que manejan operadores del PJ es habilitar colectoras en la categoría intendentes para sumar votos a la categoría gobernador y también se juega con la opción del sistema de pacto de adhesión de boletas.
Más de dos los listas podrían complicar al PJ, porque favorecería una dispersión de votos. En ese caso, si el candidato que más suma en la interna sale tercero (pese a que el espacio en total salga primero) y Arcioni gana o pierde por poco con Cambiemos, aquel perdería frente a éste gran parte de su voto, como sucedió con Fueyo en 2017.
Sin embargo presentar una lista requiere el 10% de avales del total de afiliados, unos tres mil setecientos a nivel provincial. Solo en Trelew hay diez mil afiliados y se requieren mil avales. Otro límite es monetario: se requieren cerca de 20 millones de pesos para financiar una campaña provincial, monto que se duplica si son dos vueltas.
Veto y arrastre
Para llegar al viernes 14, cuando se tomarán más definiciones en Esquel, hay que atravesar primero el martes 11 en la Legislatura. Solo entonces se sabrá si se logra rechazar definitivamente el decreto de adelantamiento de elecciones (consiguiendo junto a Cambiemos los 18 votos, aunque algunos crean que constitucionalmente se requieren 23).
Luego de la votación, el Tribunal Electoral debería suspender la carga del padrón y congelar el cronograma electoral. El Superior Tribunal de Justicia a su vez debería desechar el amparo presentado por el gobernador, algo ciertamente improbable.
Si no se vota desdoblado en abril y junio, y en cambio se vota con las nacionales en agosto y octubre, el día 7 de enero como límite para inscribir alianzas -y 17 de febrero para las listas- se evapora en el aire y se gana tiempo para los cierres electorales y la campaña.
Además entraría en acción la boleta nacional del PJ y la tracción positiva que siempre genera la candidatura presidencial sobre las categorías provinciales, como ya pasó en 2011 y 2015. Esa es la apuesta, justicia listas.