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Encuestas en Chubut: la de mentira y la de verdad

Por Santiago Costa

Circulan dos encuestas y otras dos están realizándose en este momento. ¿Por qué una es técnicamente inválida? Errores por desconocimiento o «intención». La apatía, el principal peligro para los candidatos.

La encuesta inválida

Esta semana se conoció una medición de imagen e intención de voto en Chubut de la consultora Tres Punto Zero.

La encuestadora goza de cierto prestigio por haber acertado pronósticos en elecciones nacionales previas. Sus servicios son contratados hace varios años y con regularidad por el PRO, salvo en la última ocasión en que prefirió a la consultora Zuban-Córdoba.

La encuesta encargada por el PRO se realizó en la primera quincena de agosto y relevó 900 casos, pero es técnicamente inválida desde el momento que incluye en la medición a Orlando Vera, candidato impugnado (y que en el sondeo divide el voto radical en favor del candidato del PRO).

 

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Pero dónde algunos ven torpeza puede haber intención. Casualmente los únicos que tienen diferencial de imagen positiva son Nacho Torres, Ana Clara Romero y Federico Massoni. Casualmente los radicales Gustavo Menna y Mario Cimadevilla, (competidores en la interna con Torres) son quienes tienen peor imagen.

Tampoco fueron medidos candidatos clave como Fabián Puratich, Florencia Papaiani o Rafael De Bernardi

Ninguna de estas observaciones técnicas fueron tenidas en cuenta por el medio que difundió la encuesta (con entrevista a la consultora y todo).

La encuesta válida

Sí podemos tomar como válida la encuesta realizada por la Consultora CB. El sondeo es nacional y mide varias provincias, centrándose en aquellas que pueden alterar la composición de la mayoría en el Senado. Se tomaron 820 casos, con un margen de error de 3,6%.

De la encuesta se desprende que los indecisos son la principal fuerza. Como candidato gana Carlos Linares (21,5%), por un margen muy inferior al esperado. Nacho Torres (15%) gana la interna de Juntos por el Cambio (34%), que como espacio global le gana al Frente de Todos. El ministro de Seguridad, Federico Massoni, sale tercero (12,7%).

Tres problemas

El primer problema para los candidatos es una baja participación en las urnas. Si se mira para atrás, el antecedente comparativamente válido son las elecciones legislativas de 2017, cuando fue del 74%.

Si se mira para el costado, las elecciones en el resto de las provincias vienen marcando una baja notoria (este año votó un 18% menos en Misiones, un 15% menos en Jujuy y un 8% menos en Salta que en 2017).

El segundo problema son los indecisos, que según la encuesta de CB hoy son la primera fuerza con el 24%. Ese voto se define pocos días antes de la elección y es susceptible de variar si hay eventos extraordinarios en la opinión pública (escándalos).

Hoy ese voto proyectado favorece al Frente de Todos (Carlos Linares estira ocho puntos su ventaja). Pero sigue siendo poco, teniendo en cuenta que el propio candidato marcó como objetivo lograr el 35% de los votos en las PASO.

En este escenario con proyección de indecisos, Juntos por el Cambio como espacio político también sale primero (34,3%). Por eso la consultora asigna un senador para el Frente de Todos, el de la minoría, y dos para Juntos Por el Cambio.

Sin embargo la sumatoria de votos post interna no es lineal ni matemática. Se fugan votos en el camino, quedan rencores que traccionan votos hacia otros espacios.

La interna despiadada de Juntos por el Cambio, teñida de mala fe producto de la campaña sucia en contra de la lista de Menna y Ongarato, no asegura un acompañamiento automático en caso de ser derrotados por Torres.

El tercer problema para los candidatos es el voto en blanco, que es esencialmente voto bronca. A diferencia del ausentismo (que expresa desinterés), el voto en blanco es un voto de protesta, que no se siente representado. Es posible que sectores antimineros y empleados públicos descontentos engrosen el voto en blanco.

De confirmarse este pronóstico, el escenario se nacionalizaría y la disputa se daría entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo, eclipsando al espacio del gobierno provincial.

Aunque nada garantice la unidad del voto de Juntos por el Cambio luego de la interna, una escasa diferencia del primero (Linares) puede darle momentum al segundo, como pasó en la primera vuelta de 2015 con Macri y Scioli.

Los votantes indecisos serán claves, también el nivel de participación y de voto en blanco. Esta semana se conocerán dos nueva encuestas, una encargada por Pan American Energy y otra por el gobierno provincial. Queda por quienes se impondrán, los que voten contra el gobierno nacional o contra el gobierno provincial.

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