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¿Frente de Pocos? Déjà vu en Madryn

Por Santiago Costa

El pacífico cierre de listas del Frente de Todos fue un espejismo y la unidad parece haber llegado a su fin antes de empezar.

Les candidates

Carlos Linares, Florencia Papiani, Eugenia Alianello y Rafael De Berndardi componen una lista competitiva. Al peso territorial del primero en el sur, se suma el prestigio de la segunda en el valle (que no es lo mismo).

A Linares le costará levantar su imagen en la zona cordillerana -donde le fue realmente mal en 2019-, a pesar de caminar con un hijo predilecto de Esquel y “portador de apellido” como Rafael De Bernardi.

¿El PJ de Comodoro Rivadavia podrá garantizar el voto del 45% de su padrón y el de Esquel un digno 30%?

Más brumosa es la realidad del valle ¿Adrián Maderna moverá el aparato que controla José “Chico Espina” Giménez en favor de Florencia Papaiani? El intendente de Trelew garantizó un piso de 20%.

Madryn si duerme

El peronismo de la ciudad del golfo disimula. Eugenia Alianello, candidata apreciada por la militancia y con buena imagen, pareciera moverse convencida de que sus jefes boicotean su candidatura.

Ricardo y Gustavo Sastre desinflaron la campaña en la ciudad y cualquier gesto mínimo de autonomía que contradiga esa línea puede ser leído como un acto de traición.

El aparato territorial de Madryn no hará nada que beneficie a Carlos Linares, aunque eso implique dejar con menos senadores a Cristina Fernández de Kirchner.

Ricardo Sastre quiere debilitar al PJ comodorense de cara a 2023 y ser la esperanza blanca del peronismo, o en su defecto, ser el heredero político de Mariano Arcioni. Lo mismo da.

No cree que mandar a Linares al senado sea jubilarlo sacándolo del territorio y adelanta por izquierda la disputa por la gobernación en 2023 al punto de volver a partir al peronismo en hoy en plena campaña. ¿Le teme a una interna por derecha con Juan Pablo Luque en 2023?

El sastrismo impulsa poco disimuladamente la candidatura del ministro de Salud Fabián Puratich, a quien consideran como propio.

Su plus sobre Alianello es que no existe la posibilidad de que genere una fisura interna, una referencia electoral a futuro en Madryn por fuera del tándem Ricardo-Gustavo.

El electorado de Chubut no tiene una fuerte tradición de corte de boleta y el beneficiado directo de este movimiento será Federico Massoni.

Este es el contexto que explica y da sentido a la súbita y descarnada crítica de Luque a Puratich en los medios esta semana exigiendo que tome licencia.

Se percibe una tensión al interior del oficialismo municipal entre la militancia que quiere apoyar a Alianello y el mandato de hacer una campaña light. A la inversa, es notorio el énfasis con el que la impulsa el espacio de Carlos Eliceche.

El grito en el cielo

Hay un par de indicadores objetivos para medir si se juega a fondo o a media máquina en la campaña. En el caso específico de Madryn, uno es la estrategia local en las redes sociales.

No la individual de los militantes, sino la del vicegobernador, que es la que direcciona a la militancia digital colectivamente.

¿Cuántas fotos con la candidata Eugenia Alianello hay en la cuenta de Twitter de Ricardo o Gustavo Sastre?

La inclusión de la candidata en las fotos y discursos también es un indicador clave del compromiso político electoral. Como todo gobernante en campaña, Gustavo Sastre tiene la opción (o no) de subir al palco de cada evento a la candidata o dejarla sentada con el resto de los concejales.

Incluir o no a Alianello en las fotos de cada acto de gestión, incluso ante la presencia de ministros provinciales en la cuidad, es una decisión política.

Los gobernantes también tienen la posibilidad de mencionar en sus discursos a la candidata, como hacía Cristina Fernández con Martin Insaurralde en 2013, por ejemplo.

¿Sana especulación?

Aún no queda claro si estos movimientos evidentes del sastrismo se limitarán a las PASO, para «subirse el precio» ante el PJ en general y Nación en particular, o es una estrategia de campaña que incluye las generales en abierto boicot al Frente de Todos.

En todo caso las perjudicadas directas serán Cristina Fernández de Kircher y Florencia Papaiani. La vicepresidenta podría quedarse con una senadora menos y la trelewense salir magullada en términos de imagen de cara a 2023.

Indirectamente lo será la unidad del PJ de cara a 2023 y la posibilidad de cerrar una herida abierta desde 2009 mediante una interna por la gobernación. Algunos creen que la famosa «espada de Damocles» que significa la amenaza de Nación con castigar compromisos electorales incumplidos con el freno de las obras será suficiente. Otros, no. 

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