Opinión 

La coyuntura de la vida

Por Martín Gómez

Recuerdo el año pasado cuando estaba realizando el curso de consultoría y comunicación política. Estábamos viendo la etapa referida a la investigación y el docente a cargo nos dijo: “Es muy importante la opposition research (investigación del partido/candidato opositor) pero nunca hay que subestimar las disputas internas”. Lo cual es muy cierto. Muchas veces observamos para el que está enfrente, del otro lado, pero muy pocas veces se analiza el adentro.

Las diferentes “alianzas” que en Chubut se van a disputar este año las bancas en diputados y senadores tendrán que revisar muy bien su entorno. Son tres los espacios con mayores chances: el oficialismo provincial, el oficialismo nacional y los ex – oficialistas nacionales, hoy opositores. Veremos y analizaremos como están de puertas adentro.

Oficialismo provincial

Tras la muerte en el 2017 del caudillo Mario Das Neves, único en gobernar tres veces la provincia, el partido y las alianzas se resquebrajaron en dos grandes bloques. Uno del actual gobernador Mariano Arcioni (vice de la última gestión de Das Neves). El otro de Ricardo Sastre, hoy actual Vice gobernador y ex Intendente de la ciudad de Puerto Madryn y hermano del actual intendente de dicha ciudad, y Adrián Maderna, Intendente de la ciudad de Trelew. Muchos dirían que no es así, pero la ruptura en la legislatura del bloque oficialista y la creación del interbloque que responde a Sastre y Maderna; no dice lo mismo. Para aclarar, ambas ciudades (Trelew y Madryn) suman en conjunto casi el 30% de electores de todo el territorio provincial.

En algún momento se habló de la vuelta al PJ por parte de Sastre y Maderna, aunque la cosa no parece sencilla ahí tampoco. Gustavo Mac Karthy (PJ) representante del sector de mayor oposición de la ciudad de Trelew, ve con cierto recelo que Maderna “vuelva” al PJ. Su espacio, el mackarthysmo, en las elecciones pasadas del 2019, quedaron a dos puntos porcentuales de votos por debajo de Maderna.

Las pintadas en favor del ministro de seguridad Federico Massoni como candidato a senador, sorprendieron a propios y extraños. Tal vez su imagen de tipo duro, el Berni chubutanero, como así sus expresiones de tipo común, acercó a un público agobiado por la pandemia y la crisis. Aunque para otros es una simple propaganda barata.

Por tanto M. Arcioni que, con su falta de promesa electoral del 2019, como el 35% de cláusula gatillo que nunca sucedió, más su mala gestión con el pago escalonado a los estatales, el no pago de aguinaldo 2020, la deuda de tres meses de sueldo a empleados públicos y la «panquequeada» de la minería lo posicionaron como el segundo peor gobernador con imagen positiva de la Argentina (diciembre 2020). Pero durante estos últimos meses se ha quedado en el molde sin declaraciones estrepitosas, dejando de lado cuando quería aprobar la minería a toda costa con sesiones extraordinarias de la legislatura, su imagen no subió ni bajó; ese stand by tal vez no sea tan malo para él y su entorno.

 

¿Seguirá la Alianza JxC?

Uno de los problemas de la alianza de juntos por el cambio, es justamente si va a haber alianza. Por otro lado, las internas de los partidos que la integran, también son un foco que hace peligrar la alianza en sí.

La UCR, el partido nacional y más tradicional de Argentina (fundado en 1891), se jugó la carta más progresista al elegir a una mujer como su presidenta. Pero veremos cómo sobrepasa la estructura machista de la política y si realmente tiene peso/liderazgo; algo que su contra parte el PJ debe luchar también, al llenar de secretarias, vocales y apoderadas mujeres; pero la presidencia aún recae en un varón.

Jacqueline Caminoa pretende seguir con la alianza, pero el sector de mayor oposición interna es la que representa Mario Cimadevilla, ex senador Nacional, donde claramente quieren separarse y romper con la alianza.

Por el otro lado tenemos al PRO que pareciera estar más organizado, con la buena imagen de su presidente; que con mucho esfuerzo logró construir un excelente branding: “Nacho Torres”. Actual diputado Nacional, sencillez y joven que es bandera del cambio generacional en la política. Pero, a diferencia de los partidos nacionales tradicionales que se basan en el personalismo, debe liderar un partido republicano con cero tradiciones caudillistas y eso se está notando en el accionar de diferentes funcionarios de su partido. Como el lobbismo minero y las inauguraciones emblemáticas de cartelería. Estas noticiosas viralizaciones, pueden arrastrar a convertir el partido en uno bufonero y poco respetable; donde cada acción que se haga será motivo de burla.

 

El PJ y el mismo problema de siempre

El problema de la unidad en el PJ chubutense es conocida ya desde la década del ’70, donde en aquellos años existía un duro enfrentamiento entre dos sectores: el “oficialismo” pejotista del Dr. Benito Fernández y el del Dr. David Patricio Romero, más conocido como el “oso”, quién fuera candidato a la gobernación por el Partido Revolucionario Cristiano (PRC) en 1973. Ambos partidos integraban en ése momento la alianza a nivel nacional del FREJULI. Tanta chispa había que debieron interceder personalidades pertenecientes a la alianza a nivel nacional, un diputado nacional y un allegado a Cámpora.

En la actualidad el cambalache no parece ser tan diferente. En un principio, para generar gobernabilidad, Alberto Fernández demostró su apoyo a Arcioni, ya que es íntimo de Sergio Massa, y con esto trató de cerrar la grieta entre los del partido del Gobierno Provincial y el PJ. Hoy pareciera que el albertismo le estaría soltando la mano al actual Gobernador y apoyando al Intendente de Comodoro Rivadavia (ciudad con mayor población y con un 30% del electorado provincial), Juan Pablo Luque (FdT-PJ).

Luque y sus seguidores, al igual que Nacho Torres, deben abrirse camino desde la juventud, la “nueva política” y el recambio generacional. Pero parece que a los tres grandes mucha gracia no le hizo. Aunque hoy por hoy ese tridente no está del todo afianzado, uno está al lado de Sastre, el otro es la flamante incorporación al gabinete de Maderna y el último se quedó con la presidencia del PJ, aunque con sectores conjuntos del mackarthysmo y de Luque.

También están los paracaidistas de siempre y las personalidades únicas. Que, más bien que mal, manejan un pequeño sector y en elecciones cerradas siempre fiel a la teoría exitista; apoyan quién esté más próximo a la victoria.

 

El resto de actores

Siempre hay que esperar las sorpresas del acompañamiento de “los Capos”. Se pueden distribuir e ir inclinando la balanza, buscando obviamente su beneficio personal, proveyendo a las campañas pseudo-militancia con mucha movilización y ruido.

Los movimientos sociales con su gran cantidad de masa, es sin dudas la lotería que buscan todos los candidatos. Aunque si bien es el núcleo duro de “votantes indecisos”, vienen con una agenda propia; obligando a adaptar los mensajes de las campañas a ésa agenda.

El movimiento feminista, ferviente como siempre, sin dudas es una gran apuesta. Pero muy disperso y poco homogéneo, lo cual hace difícil atraerlas. No se sabe a ciencia cierta si su representación mayor es el peronismo, el comunismo, o el libertarismo de derecha. Ya que su sororidad a candidatas mujeres por género no se respeta del todo, tal es el caso de la única candidata mujer a la gobernación en 2019, Gloria Sáez (PO), que sólo recibió el 3,03% puntos, equivalente a 8904 votos.

Otro es el caso del movimiento anti minero. No se sabe a qué espacio puede llegar su apoyo. Claramente el que menos chances tiene es el oficialismo provincial y en especial el sector de Arcioni, por tratar de imponer la minería sin consulta popular. Pero tal vez, el espacio de Maderna no esté tan mal visto, ya que la legisladora Leila Lloyd Jones, claramente de su riñón, salió a criticar el proyecto minero del ejecutivo; también se cargó a colegas suyos cuando se viralizaron audios donde dejaba en evidencia malas prácticas en favor de la minería.

En JxC también existe la dicotomía minería si, minería no. La diferencia está en que la UCR se viene declarando en contra desde hace años. Mientras que el PRO, aunque dividido en tal cuestión, tiene una carga importante con el escrache al legislador Sebastián López, cuando salió a la luz un video, pidiendo coima para favorecer el lobby minero. Esto generó un pequeño crack en la alianza, cuando desde la UCR decidió conformar un interbloque con sus dos legisladores.

Gran sector del PJ da su apoyo al movimiento, porque además lo posiciona como una gran oposición al oficializamos provincial. Pero cuando Alberto Fernández salió a dar su visto bueno al proyecto minero en la provincia, muchos empezaron a mirar para el costado; generando cierta incertidumbre, no sólo dentro del partido, sino en el público anti minero.

También puede suceder que el movimiento decida conformar una lista propia. En ese caso: ¿Quiénes serían los candidatos? O de ¿Qué sector vendría? El más radical, con vida sustentable y orgánica que no quiere ningún tipo de capitalismo. O el moderado que no quiere un capitalismo tradicional extractivista, pero si un “capitalismo verde, que es un capitalismo similar.

Caso Hipotético

Las cuestiones internas son muy importantes para el armado de listas. En un supuesto donde exista PASO y generales unificadas, se puede dar que las alianzas se rompan y todos los partidos decidan ir solos.

Según la teoría sartoriana del multipartidismo (sistemas de partidos), donde la competencia electoral es de muchos partidos, con una disputa muy pareja, se da la atomización. Muy vinculada a casos de crisis institucionales.

Desde un punto de vista más lógico y práctico, hipotéticamente hablando de suma y resta (muy de laboratorio), se podría dar el caso que con tan sólo el 20% de votos; cualquier espacio/partido pueda hacerse con la victoria electoral. Con el deber de apostar fuertemente al votante fiel partidario.

En fin, la hipocresía, la coyuntura de la vida.

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