La pobreza escaló al 55% y se duplicó el número de indigencia
La pobreza en Argentina alcanzó un alarmante 55% de la población durante el primer trimestre de 2024, según estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA). La indigencia, por su parte, se ubicó en el 18%, casi el doble que hace un año.
Si bien estas cifras representan un techo en la escalada de la pobreza, el panorama sigue siendo desolador. «No habríamos llegado a los niveles más graves, que son los que se alcanzaron en 2002, cuando la pobreza trepó a más del 60%», señaló Agustín Salvia, director del ODSA-UCA, en declaraciones a radio Rivadavia.
La combinación de alta inflación y un mercado laboral precario son los principales responsables de este flagelo. «La indigencia subió por arriba del 18% en el primer trimestre, casi el doble que hace un año. Es el resultado de la inflación y el deterioro de los empleos informales», enfatizó Salvia.
El analista advirtió que la situación no mejorará significativamente en el corto plazo, incluso si la inflación cede. «Aunque baje la inflación vamos a seguir con pobreza crónica porque buena parte de los empleos son de muy baja calidad», concluyó.
La pobreza estructural, aquella que no se mide por ingresos sino por acceso a educación, salud, vivienda y servicios básicos, es otro factor preocupante. «Desde hace mucho tiempo, en la Argentina hay un segmento de pobreza crónica, estructural, que no se mide por ingresos sino por educación, salud, vivienda, servicios urbanos», remarcó Salvia.
La falta de inversiones y la precarización laboral son dos de las principales causas de esta pobreza estructural. «Esto se relaciona con que el 50% del empleo es informal, algo que se fue acumulando durante 20 años de la mano de un régimen que no impulsó inversiones y empleo genuino», indicó Salvia.
