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La transición de Nacho Torres

Por Santiago Costa

El gobernador electo Nacho Torres aclaró varias veces que no quiere “co-gobierno”, pero sí hizo dos pedidos concretos: que no haya nombramientos en la administración pública en los últimos meses de gestión y que la Legislatura vote la ley que permita renegociar la deuda a partir del primer día del nuevo mandato.

Gabinete importado

Torres indicó que habrá una reunión “informal” con Arcioni y luego otra más institucional, donde estarán invitados los intendentes electos. El gobernador electo es optimista sobre una transición ordenada, su vicegobernador no.

Torres ya confirmó a varios de sus futuros ministros: el rionegrino Sergio Wisky en Salud; José Luis Punta en Educación y Milton Reyes en Chubut Deportes.

¿Wisky cumple el requisito constitucional del Artículo 125 para ser ministro, que es tener no menos de cuatro años de residencia inmediata en la Provincia?

¿Quién se anima a ser oposición?

En el escrutinio definitivo, Torres aumentó 984 votos su distancia sobre Luque (pasando de 5229 a 6213). Fue muy llamativo que Carlos Pagni, principal analista político de La Nación, haya sostenido: “si sacamos la cuenta de los votos que Torres obtuvo sobre los que estaban disponibles para votar en el padrón, lo votó el 24% de la gente. Esto significa que a Torres (…) le dijo que no el 75% de los chubutenses”.

¿Quién será el referente opositor a su gobierno? Si Luque quiere tener sobrevida política, debería ocupar ese rol, para lo que debería asumir la conducción del PJ en Chubut. Aún eso no le garantiza “conducir” a los intendentes de Comodoro, Madryn, ni la unidad del bloque de 7 en la Legislatura.

La paranoia post derrota electoral empezó a verse en ambas ciudades. En Comodoro se azuzó el fantasma de la quita de puntos de coparticipáción de las regalías petroleras. Pero el intendente electo Othar Macharashvili trajo calma con este argumento: una medida así rompería la alianza del gobernador Torres con los petroleros. Tampoco pareciera que Ana Clara Romero banque una decisión de ese tipo, que afectaría su futuro en forma directa.

En Madryn, tres días después de la victoria del adversario en la provincia, se activó un radar de velocidad con fotomulta, instalado pero inactivo hace dos años. Los Aportes del Tersoro Provincial, vitales para el pago de sueldos, que el gobierno actual gira al municipio hace varios meses (en compensación por la coparticipación no actualizada), serán moneda de negociación de Torres, que se viste con piel de cordero pero no lo es.

¿El verdadero heredero?

Nacho Torres no cuenta con el elemento partidario suficiente para cubrir la cantidad de espacios de toma de decisiones en el estado (más allá de la reunificación de ministerios que propone).

Se abren varios caminos. El primero es que los busque en el radicalismo, que sí los tiene. La otra es que combine eso con un eclectisismo trasversal, para no perder autonomía.

En una entrevista con Canal 12 dijo una frase muy reveladora: No le pido la ficha de afiliación a quienes eventualmente pueden acompañarnos en un gabinete. Incluso, conozco a algunos dirigentes que han estado con Luque, que son cuadros interesantes y podrían sumarse el día de mañana”.

En este esquema cobra relevancia el dasnevismo administrativo residual, que nunca se integró a las filas de Arcioni.

Si un sector político partidario del dasnevismio sí se integró (Máximo Pérez Catán, Roddy Ingram, Ricardo Sastre, etc), hubo toda una masa de empleados públicos residentes en el valle, base directa y militante del dasnevismo, que sufrió el pago escalonado y fue parte activa o simpatizante del movimiento antiminero. No tuvieron conflicto alguno en votar a Nacho TorresNo tanto por ser oriundo del valle, sino basado en un profundo antiarionismo dispuesto al cambio.

La superposición demografica los confunde como madernismo. Pero es otra cosa, porque pueblan el estado provincial, no municipal. Esa cantera de funcionarios intermedios es una herramienta más de la caja de herramientas de la que el torrismo seguramente se valdrá, un elemento más del nuevo sujeto político que se viene.

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