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Incertidumbre en Irán por la muerte de Ebrahim Raisi

La muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero, junto al ministro de Asuntos Exteriores Hossein Amirabdollahian y otras siete personas, genera desconcierto en la delicada situación en Oriente Medio.

La región atraviesa un tenso momento debido al conflicto entre Hamás e Israel en Gaza y el reciente enfrentamiento entre Irán e Israel.

El mandato de Raisi ha estado marcado por la escalada de tensiones. Bajo su liderazgo, Irán ha enriquecido uranio a niveles cercanos al material armamentístico, lo que ha generado alarma en Occidente. Además, Teherán ha suministrado drones a Rusia y ha apoyado a milicias armadas en la región.

Las protestas internas también contribuyen a la inestabilidad. Durante años, Irán ha sido escenario de manifestaciones masivas contra la teocracia chií, motivadas por problemas económicos y la demanda de derechos para las mujeres. El momento actual, por lo tanto, es especialmente sensible para el régimen iraní y para el futuro del país.

Conflicto directo entre Irán e Israel

Pese a la lucha por el liderazgo regional, Irán e Israel habían evitado siempre un conflicto directo, pero esto cambió en 2024. Primero, Israel atacó el consulado persa en Siria, dejando varios muertos, incluyendo a un alto comandante de la Guardia Revolucionaria.

Después, Irán respondió lanzando más de 300 drones y misiles contra Israel, aunque tuvieron un escaso impacto. Finalmente, el Gobierno de Netanyahu lanzó una nueva ofensiva con drones en la provincia iraní de Isfahan.

Ambos enemigos no habían llegado nunca tan lejos en sus hostilidades, por temor a un gran conflicto bélico global, que quizás arrastraría a grandes potencias como Estados Unidos o Rusia. 

Ha pasado un mes desde el punto máximo de tensión y ahora Irán se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema. El vicepresidente Mohammad Mojber se convierte en presidente interino, a la espera de la celebración de elecciones en un plazo máximo de 50 días que darán el nombre del sucesor de Raisi.

Con las hostilidades latentes con Israel, el Gobierno iraní descabezado y en shock, y las dudas sobre la sucesión de Jamenei, Teherán necesita tiempo para estabilizar la situación.

Esto puede significar una menor intervención en el conflicto de Gaza o incluso que Israel aproveche esta debilidad para reiniciar las hostilidades.

Los próximos meses pueden ser determinantes para el futuro de la región, y lo que ocurra en Irán resultará fundamental. 

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