Orcos en Chubut
Por Santiago Costa
El extorsivo corte de ruta que hizo el SUPA durante ocho horas el martes en los accesos de Rawson se dio en el filo de un cambio de época que obliga a repensar los métodos de protesta social, sindical y política.
La llegada de Javier Milei y Victoria Villaruel al gobierno nacional, en sociedad con el ex presidente Maurcio Macri y la nuevamente ministra de Seguridad Patricia Bullrich, implica un viraje de 180° en la tolerancia estatal al desorden público y a delitos contra la propiedad pública y la libre circulación.
Mauricio Macri tildó de “orcos” a los manifestantes que cometen hechos de vandalismo durante una protesta social (se refería específicamente a quienes arrojaron «14 toneladas de piedras» en la sanción de la Ley de reforma de la movilidad jubilatoria durante su gobierno).
El ex presidente considera que fue demasiado blando en su mandato. Su descripción deshumanizante es parte de la legitimación discursiva previa a una violencia pública que no se ejercería con un semejante.
Zoom in
Los sindicatos en Chubut -especialmente los ligados al sector público- están mal acostumbrados a los cortes de ruta y medidas de acción directa -como la «toma pacífica» de un ministerio- sin mayores consecuencias. Otro tipos de movimientos tientan la suerte con usurpaciones de tierras urbanas o rurales.
El pago escalonado de salarios públicos (o su aumento por decreto) y la ruptura del contrato electoral por quienes dicen una cosa en campaña y hacen otra en el gobierno, deslegitimó al estado en su rol de garante del orden público.
Torres muestra un perfil dialogista (como en el conflicto entre CAFACH y SUPA, donde medió con éxito), pero también debe representar a su base electoral, que levanta la bandera del “orden” público.
¿Su futuro ministro de Seguridad y Justicia (Héctor Iturrioz) y su Jefe de Policía (Andrés García) se atendrán al uso proporcional de la fuerza en el desalojo o represión de manifestantes?
Chubut en Argentina
La era Milei será de altísima conflictividad social.
Será un verdadero desafío para la convivencia democratica encauzar el conflicto social con nuevos métodos de protesta, que sean eficaces pero no enajenen políticamente al resto de la ciudadanía (como lo hace un piquete), ni brinden la oportunidad para reprimir con consenso social.
Los dirigentes de organizaciones sociales, sindicales y políticas necesitarán una gran dosis de creatividad en los métodos de protesta social para defender o conquistar derechos. Un insumo básico de la acción política, que encuentra caminos donde parece no haberlos.
