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Rusia no se jubila

La volatilidad de la moneda rusa -devaluó 18% en los que va de 2018- impuso a un presidente popular como Vladimir Putin a sacrificar parte de esa popularidad en una reforma estructural para sanear las cuentas públicas rusas. Problema mundial –especialmente agudo en Europa– es cómo sostener jubilaciones de poblaciones que viven cada vez tiempo inactivas que activas económicamente.

La esperanza de vida promedio de Rusia fue notoriamente baja en la década de 1990, pero ha aumentado en los últimos años y ahora es de aproximadamente 67 para los hombres y 78 para las mujeres.

Los defensores del aumento de la edad de las pensiones dicen que las crecientes expectativas de vida sobrecargarían los recursos de las pensiones si la elegibilidad no se ajusta. El proyecto del Kremlin pretende elevar la edad jubilatoria de 55 a 63 años para las mujeres y de 60 a 65 para los hombres. 

La medida fue presentada en junio y pasó los primeros trámites en la cámara baja del Parlamento. Pero la oposición generalizada de la ciudadanía se ha mantenido y según todos los sondeos cerca del 90 por ciento de los rusos se pronuncia contra el aumento de la edad de jubilación. 

El índice de aprobación del presidente Vladimir Putin en las encuestas bajó notablemente desde el anuncio de los cambios. Las encuestas del Centro Levada apuntan a que la aprobación de Putin se sitúa en torno al 70 por ciento, pero ha caído unos 10 puntos desde que se planteó la reforma de las pensiones. 


El Partido Comunista de Rusia convocó a una masiva marcha contra los ajustes en las jubilaciones propuesto por Putin.

Miles de personas respondieron este domingo en Moscú a la convocatoria del Partido Comunista de Rusia y otras organizaciones de izquierda para protestar contra la reforma del sistema de pensiones impulsada por el Gobierno. Según la policía, al acto asistieron unas 6.000 personas, mientras los organizadores elevaron la cifra hasta 100.000. 

El mitin se desarrolló sin ningún tipo de incidentes en medio de un dispositivo policial mucho más discreto del que despliegan las autoridades para las manifestaciones organizadas por la oposición extraparlamentaria.

También se reportaron protestas en Vladivostok -en el extremo oriental del país- y Simferopol -en la península de Crimea-, Omsk, Barnaul y en Novosibirsk, Siberia.

 

La negativa reacción popular a la reforma, argumentada con la necesidad de hacer sostenible el sistema de pensiones, obligó al presidente de Rusia, Vladímir Putin, a anunciar propuestas para suavizarla, en un mensaje por televisión a ciudadanía en el que pidió «compresión» hacia la medida.

Fuente: Clarín / El Financiero / Europapress

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