Se lanzó Mac Karthy y jaquea al madernismo
Por Santiago Costa
Gustavo Mackarthy anunció con un video en sus redes sociales su intención de ser el próximo intendente de Trelew. Aprovechó hábilmente el aniversario de la ciudad para lograr un mayor efecto. El anuncio es una mala noticia para Adrián Maderna y Emanuel Coliñir. Fortalezas, debilidades y desafíos de un ex intendente que necesita inspirar esperanza.
Volver al futuro
El slogan utilizado por el ex vicegobernador lo dice todo: “vamos a arreglar este quilombo. Vamos a lo seguro”. El ex intendente tiene dos ventajas: gran nivel de conocimiento y buena valoración de sus gestiones. Pero eso no es lo mismo que una buena valoración de su persona y no todo el que lo conoce lo votaría (nivel de rechazo). Adrián Maderna tiene enfrente un apellido de peso que dividirá al peronismo, aunque no se sepa en qué proporciones.
Emanuel Coliñir se verá inevitablemente opacado, ya que su debilidad es su elevado nivel de desconocimiento. El segundo slogan de mackarthy apunta justamente a los potenciales votantes del camporista ¿Por qué apostar a algo nuevo cuando se tiene algo seguro?
La fórmula vs la fórmula
El madernismo perdió más de 6.300 (25%) de sus votos entre 2015 y 2019. Florencia Papaiani hizo una excelente elección en 2019 y perdió por apenas 1.300 votos (2%). Logró ser una candidata pura del justicialismo (opositora a Arcioni), pero también convocar a una gran franja de voto independiente y radical. Recrear eso es el desafío de MacKarthy.
El madernismo impulsa una elección adelantada (sin candidato a presidente ni gobernador) y sin Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Busca convertir la elección en una lucha de “aparatos vecinales”. También desincentivar el voto independiente (la “campaña” arrancará después del mundial, las fiestas y el verano). Además «que cualquiera se anime» y la multiplicación de candidatos testimoniales disperse el voto y achate la pirámide (menor porcentaje de votos para ganar).
En el madernismo la candidata oficial es Leila Lloyd Jones. El intendente ya dijo que su espacio no tendrá internas, por lo que Lorena Alcalá cuenta solo con su voluntad y su pre candidatura parece más un cabo suelto. Héctor Castillo es un bluff, una herramienta del intendente para marcar la cancha hacia adentro y evitar que Jones “se despegue mucho” (lo que equivale a criticar la gestión).
Los lemas de Jones -“Trelew está para más” y “Leila no es Adrián”- son el reconocimiento de una gestión con elevada imagen negativa. Apelar a la condición de género (“la primera intendenta”) como si eso solo por sí mismo fuera una virtud, es un intento por disumular justamente que “Leila es Adrián”.
La legisladora y ex concejal nunca fue parte del ejecutivo municipal, pero sí es parte de la «mesa chica» del madernismo. Junto a José “Chico” Espina y Gustavo Cardoso (pareja de Jones) son el verdadero poder detrás del trono municipal. Algo que se hizo público el día que Cardoso trompeó al ex Secretario de Obra Pública, Sebastián De la Vallina, en el hall del municipio. Esa falta de respeto político al intendente reveló mucho.
Con la irrupción de Gustavo Mackarthy algunos creen que Emanuel Coliñir (con el que recalaron ex aliados de Maderna, como los sindicalistas Héctor González y Alfredo Béliz) perderá apoyos. Pero olvidan el encono de Mariano Arcioni con el binomio Mackarthy-Papaiani por el devenir de la ley de zonificación minera. No queda claro qué enfrentamiento priorizará el gobernador.
Mac Karthy necesitará polarizar con Federico Massoni para absorber la mayoría del voto peronista y parte del voto no peronista e independiente. La experiencia ya la tiene, ahora debe mostrar voluntad de poder.