Sonríe, el FMI te ama.
Quedó en el tiempo la época en que el país se desendeudaba a tasas chinas. La era Macri prometió crecimiento con ajuste «gradual» y para eso salió a pedir deuda, bruscamente. Pero ordenar la macro no fue cosa de un día. A pesar de la devaluación de principios de 2016, la inflación nunca decreció hasta alcanzar niveles pre 2009. El alucinógeno incremento del déficit comercial destruyó industria nacional y entregó menos «dólares genuinos» -comerciales, por exportaciones-, obligando a descansar cada vez más en el «apalancamiento» por deuda, mientras se buscaba…
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