Treffinger usó los privilegios de la casta para detener a un rival político en plena interna libertaria
Mientras la justicia tarda años en llegar para cualquier vecino, al precandidato Ricardo Bustos lo detuvo la policía en cuestión de horas por participar de la apertura de un local libertario. Todo por una denuncia de quien actualmente tiene la banca por la que quiere competir Bustos.
Durante un acto de La Libertad Avanza en Esquel, el periodista local y precandidato a diputado nacional Ricardo Bustos fue detenido ante toda la militancia. La orden juducial se basó en una denuncia presentada por el diputado nacional César Treffinger, quien logró que la justicia dictara una prohibición de acercamiento y ejecutara el operativo en tiempo récord, en plena interna libertaria.
Desde el entorno de Bustos denunciaron un acto de censura política. El propio precandidato había anticipado lo que vendría: “No se me persigue por cometer un delito, sino por hacer periodismo, por opinar y por querer participar en política”. Fue liberado poco después de la detención, pero insistió en que lo ocurrido “es un castigo ideológico” y cuestionó la independencia del poder judicial.
El contraste con la realidad de los vecinos comunes fue brutal. Cualquier vecino espera meses o años por una cautelar o una audiencia judicial. Pero cuando quien llama es un diputado nacional, la maquinaria responde en horas. “Treffinger no usó la ley, usó los privilegios de la casta que dice combatir”, apuntaron desde sectores internos libertarios.
El diputado comodorense, cada vez más aislado dentro del armado libertario, fue acusado por distintos referentes de bloquear fichas de afiliación y perseguir a la disidencia. La escena de Bustos escoltado por la policía expuso la peor cara de la interna violeta: el uso del aparato judicial para correr al que piensa distinto.