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Uno de cada tres desocupados lleva más de un año buscando empleo

El mercado laboral argentino enfrenta una crisis profunda que se ha intensificado hasta el tercer trimestre de 2024.

Según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, uno de cada tres desocupados lleva más de un año buscando empleo sin éxito.

El deterioro del empleo se debe en parte a una recesión iniciada a fines de 2023 y agravada durante el primer año del gobierno de Javier Milei.

En este período, cerraron 12.214 empresas, según la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), y se perdieron casi 254.000 puestos de trabajo hasta octubre, de acuerdo con el Indec.

La tasa de desempleo alcanzó el 6,4%, mientras que el subempleo aumentó al 18,3% de la Población Económicamente Activa (PEA).

La presión sobre el mercado laboral no solo proviene de los desocupados, sino también de trabajadores con ingresos insuficientes que buscan un segundo empleo. Según el IPyPP, la «presión efectiva» sobre el mercado laboral alcanza al 24,5% de la PEA, cifra que sube al 30,1% si se incluyen aquellos que desean trabajar más pero no buscan activamente un nuevo empleo.

Este escenario refleja una demanda insatisfecha de empleo, especialmente en sectores intensivos en mano de obra que han sido duramente golpeados por la crisis.

Cuatro actividades concentran la mitad de los puestos laborales: Comercio (18,7%), Servicios financieros, inmobiliarios y empresariales (11,5%), Industria manufacturera (10,4%) y Construcción (8,9%).

Los sectores más afectados por la destrucción de empleo incluyen la Construcción (19,6%), el Comercio (18,9%), el servicio doméstico (14,1%) y la Industria manufacturera (10,7%).

Una posible solución propuesta por el informe es la redistribución de las horas de trabajo. Actualmente, casi tres de cada diez ocupados trabajan más de 45 horas semanales, lo que no solo causa desgaste prematuro sino que también impide la generación de nuevos empleos.

Según el IPyPP, si se redistribuyeran esas horas laborales entre los desocupados, podrían crearse hasta 2,16 millones de nuevos puestos de trabajo, eliminando el desempleo. Incluso si la medida se aplicara solo a trabajadores registrados en relación de dependencia, la reducción del desempleo seguiría siendo significativa.

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