¿El PJ es el Perla Negra en Chubut?
Peronismo para pocos
La lealtad «dura» hasta las puertas del cementerio, pero la conducción del PJ Chubut se animó a cantar la marcha desde adentro, mientras prendían velas y «velitas» a la tumba imaginaria del General, como si fuera la de Luca Prodan.
El PJ Chubut es un PJ expulsivo, que busca gambetear la intervención judicial sin hacer un solo caño electoral y con cada vez menos hinchada.
Es un milagro invertido que en plena debacle económica nacional y política, económica e institucional provincial el PJ sea el Perla Negra de las aguas políticas chubutenses.
Primero expulsaron a los dasnevistas, diría Bertold Brech. Luego a los celeste y blancos. Después sancionaron a los mackarthystas. Luego se fracturo el bloque mayoritario de 16 legisladores provinciales en -siendo generosos- tres bloques.
Hoy todos pregonan la unidad, muletilla útil pero difícil de llevar a la práctica. Porque llevarla a la práctica implica armar una mesa grande, sentar a todos -sin vetos- y negociar espacios de poder correlativos a la representatividad, que se puede medir en votos, estructura territorial o sindical y en «chapa» institucional.
¿Quién se une primero, el Valle o Comodoro?
Adrián Maderna selló una alianza con Gustavo Mac Karthy y el comercial Alfredo Béliz para «blindar» Trelew. El diputado nacional y secretario general de Camioneros Jorge Taboada también «para» ahí.
Es de suponer que los celeste y blancos -Luz y Fuerza y agrupaciones menores- sigan la estela de ese cometa electoral.
Distinto es en Comodoro, donde Linares debe lidiar en cambio con sectores que no pinchan ni cortan, pero estorban la unidad como lo son el buzzismo residual -que amaga una interna para la intendencia-, la impredecible Ana Llanos y un dasnevismo raquítico, que tal vez podría volver a sus orígenes… y tal vez no.
El peronismo de Esquel está no solo anarquizado, sino traumatizado luego de la salida del Rafa Williams y con un diputado nacional Santiago Igón que es como ese jarrón que no saben bien dónde ponerlo.
En Puerto Madryn el peronismo tiene mujer y tiene amante. Un sector del PJ que responde a Carlos Tomás Eliceche selló un pacto bajo cuerda con Ricardo Sastre para poner un gobernador del golfo y «salvarse todos», luego de tantos sinsabores electorales.
El sector que no logra tragar el sapo confluirá probablemente en un frente con Unidos y Organizados, una opción que se exploró ya cuando vino Axel Kicillof y se vio en el escenario a la legisladora Alejandra Marcilla y al diputado Santiago Igón.
Está claro que la intervención judicial no es lo peor que podría pasarle al PJ Chubut. La multiplicación de partidos provinciales -llámense Chubut Primero, Unidos y Organizados u otro- no solo hará que su base peronista se exprese mediante otra «herramienta electoral» sino que esa división podría terminar de coronar a un no-peronista como Gustavo Menna en Fontana 50.
Para evitar eso deberá salir del tan cómodo cementerio, blanquear al Perla Negra y como los democráticos piratas, votar un capitán.