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Macri afila la daga del presupuesto

De una mano con el FMI, de la otra con los gobernadores.

El ministro Rogelio Frigerio se reunirá con todos los gobernadores y los legisladores de la oposición para trabajar en las bases que permitan un acuerdo -fundamentalmente con el peronismo- y lograr la aprobación del presupuesto 2019.

El presupuesto reflejará el programa de recortes para poder cumplir con la reducción del déficit acordado con el FMI. Los economistas coinciden en identificar tres áreas claves para el ajuste, todas con impacto en las provincias

Las partidas que señalan los especialistas son las destinadas a subsidios (0,8% del PBI para transporte y 0,7% para electricidad), transferencias no automáticas (0,8% del PBI) y gasto de capital total (1,5%). De ese 3,8% debería surgir el ahorro de entre $170.000 millones y $200.000 millones que se requiere para cumplir con el déficit de 1,3% pautado con el Fondo.

Por eso la negociación con los gobernadores es clave. Es un pedido que la mesa chica -que integran Marcos Peña; María Eugenia Vidal; Rodríguez Larreta; Emilio Monzó y el propio Frigerio le hacen desde hace semanas al Presidente.

La resistencia de Macri, al principio absoluta, se diluye con el paso de los días. «El esfuerzo tiene que ser compartido, los gobernadores lo entienden», aseguraron fuentes oficiales.

Frigerio y compañía están elaborando una hoja de ruta para cada distrito.

El ajuste será un tema más. Hay que hablar de crecimiento, de economías regionales.

Antes de avanzar con las provincias habrá una profunda revisión dentro de los gastos del Estado nacional. Ahí entran desde los recortes anunciados hasta una posible reducción de la estructura del gabinete que podría pasar de 20 ministerios a la mitad.

En materia de subsidios, en el pacto fiscal la Nación se comprometió a que en 2021 no habrá más aportes del Tesoro para el transporte del AMBA (hoy se queda con el 96,4% del total). Si en 2019 se mantiene el recorte pautado del total de partidas para ese ítem y electricidad, la caída será del 18,5%, con la consiguiente suba de tarifas.

Que Nación no subsidie a PBA y CABA.

La baja será más importante si el ENRE sale de la jurisdicción nacional. Los gobernadores peronistas ya lo vienen reclamando; plantean que el recorte es de $45.000 millones si se traspasan las funciones regulatorias y los subsidios correspondientes a la CABA y el conurbano bonaerense. Igual pedido corre para AySA (el costo anual es de $15.600 millones).

Algunos de los asesores más cercanos al presidente Mauricio Macri aseguraron que de no prosperar el diálogo el Gobierno «se pondrá más duro». En este grupo miran con recelo a los mandatarios provinciales y, en caso de que fracase el diálogo, ya hablan de la puesta en marcha de un plan B. «Hoy manejamos un montón de plata que repartimos democráticamente… Hay muchos que sacan mucho», describieron fuentes oficiales.

Se refería así a los adelantos por coparticipación que entrega mensualmente el Poder Ejecutivo y que les permite a varios gobernadores pagar los salarios en tiempo y forma; los préstamos del Fondo Fiduciario de Desarrollo Fiscal, las transferencias discrecionales y los fondos previsionales, como herramientas de «persuasión» para poner en la mesa de discusión. 

Mientras navega la tormenta económica, con el dólar en una carrera ascendente y la inflación proyectada mayor que la del último año, el Presidente apuesta al entendimiento de los gobernadores para avanzar.

Las provincias con más plata propia

Para transferencias no automáticas (por fuera de la coparticipación ), este año el presupuesto es de $105.000 millones. Abarcan financiamiento para programas de educación y salud y giros para obras públicas que ejecutan los gobernadores.

Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, señaló que aunque el volumen de giros discrecionales se viene achicando aún tienen una magnitud que admite recortes: «Hay partidas chicas y medianas que se regulan por la coyuntura y las negociaciones políticas; hay ‘grasa para quemar'».

Respecto de las transferencias de capital, Ariel Barraud, del Iaraf, apuntó que las provincias están en una situación mejor que antes. «Reciben más fondos automáticos y es probable que algunas puedan seguir con ese dinero los trabajos que financiaba la Nación». En los primeros cinco meses de este año el aumento de la coparticipación fue del 15% real.

Fuente: La Nación

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