¿Cómo frenar la ola de femicidios en Chubut?
El quince de octubre de 2018, apenas finalizado el 33° Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew, Chubut comenzó su peor racha de femicidios en los últimos cinco años.
El alerta lo dio un relevamiento del “Observatorio MuMaLá» (Mujeres de la Matria Latinoamericana), realizado sobre los casos informados en los medios, donde la tasa de Chubut ya es 1,91 solo en los primeros seis meses de 2019.
El ranking del mal
En los primeros seis meses de 2019 se cometieron en Chubut la misma cantidad de femicidios que en todo 2016, el peor año para la provincia en el ranking que elabora desde 2014 la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de la Nación (las que se usarán aquí).
Desde el emergente social que significó la movilización Ni Una Menos en 2014, ninguna provincia anfitriona del Encuentro Nacional de Mujeres se encontró encabezando al año siguiente el ranking de la tasa de femicidios (calculada cada 100 mil habitantes).
Chubut romperá ese triste récord en 2019 si se cometen la misma cantidad de femicidios (seis) en el segundo semestre que en el primero.
Si hace apenas cuatro años (2015) se registró el último año sin femicidios en la provincia, el paso de 2015 a 2016 fue macabro a nivel nacional y provincial.
La cifra total nacional de femicidios pasó de 235 a 254 (+ 4,5%) y Chubut subió desde el fondo del ranking por provincias -cero caso- a estar tercera, con seis casos.
En los últimos tres años y medio hubo diez femicidios en Comodoro (25 desde 2009), tres en Madryn, dos en Trelew, uno en El Maitén, uno en Sarmiento y uno en Paso de Indios.
Acción y reacción
¿Por qué en un contexto donde cada vez avanza más la igualdad de género y la conciencia feminista se incrementan los femicidios y la brutalidad de los mismos?
La antropóloga Malena Castilla subraya la clásica reacción de un grupo privilegiado (sea de clase, raza, religioso, género) que al ver amenazadas las bases de su poder por la pérdida de hegemonía (consenso social que legitima un orden), acude al poder desnudo: la pura violencia.
Ante nuevos escenarios domésticos amenazantes de sus privilegios ahora desnaturalizados («ahora contestan más», «se hacen las loquitas»), los hombres machistas reaccionan más ferozmente que nunca.
Lo señalado por Castilla es observable en Paso de Indios (caso de violación, reclamo del colectivo de mujeres, femicidio, apertura de la Comisaria de la mujer, aluvión de denuncias por violencia de género).
Pero no hay antecedentes de una provincia encabezando el ranking provincial de femicidios al año siguiente de ser sede del ENM.
¿Hay una relación directa entre ser provincia anfitriona del Encuentro Nacional de Mujeres y el aumento en la tasa de femicidios de esa provincia?
En los casos de Salta (sede 2014) y Buenos Aires (2015), las tasas provinciales de femicidios descendieron nueve por ciento al año siguiente (en ambos casos).
Pero en los casos de Santa Fe (2016), Chaco (2017) y Chubut (2018) sus respectivas tasas de femicidios subieron: 14% en el primer caso, 8% en el segundo y en más del 60% para Chubut solo en los primeros seis meses.
¿Cómo se explica que en algunos casos haya bajado y en otros crecido? Si se toma la tendencia alcista de los últimos tres años, podría decirse que es debido a una reacción a la amenaza del statu quo que implica el crecimiento movimiento feminista.
Ese fenómeno no se ve estadísticamente en la tasa de femicidios de 2015 (año posterior a la irrupción del movimiento Ni Una Menos), pero podría explicar este 2019 posterior a las movilizaciones de masas del año pasado por el aborto legal, seguro y gratuito. Aún así, no explica el alza de las tasas de 2017 y 2018.
Tampoco las variables de desocupación y pobreza (superior en el valle que en Comodoro, donde hay más femicidios) ni consumo de sustancias (mayor en Neuquén que en Chubut según la Sedronar) explican el aumento de la tasa de femicidios.
Pedagogía de la crueldad
La antropóloga Rita Segato explica como «pedagogía de la crueldad» la sobre exposición y espectacularización de los femicidios desde los medios de comunicación.
Esto genera un efecto contagio, comprobado estadísticamente en el caso de los suicidios, donde los medios optaron por autoregularse con un protocolo propio.
Describir morbosamente un femicidio puede equivaler a un manual del femicida, que al ser construido como monstruo, no deja de ser empoderado.
Lo planteado por Segato es una aproximación para entender el fenómeno en Comodoro, donde sus dos diarios construyen varias veces por semana sus títulos (y fotos) principales con casos policiales.
En este 2019 el municipio de Comodoro inauguró un nuevo refugio para mujeres y Chubut adhirió al protocolo nacional para investigar femicidios.
Se inauguraron dos nuevas nuevas Comisarías de la Mujer, una en Gaiman y otra en Paso de Indios y en la vecina localidad de Tecka, separaron del cargo al comisario por presunta violencia de género.
Pero como señaló la periodista Zulma Díaz, el estado a Paso de Indios (donde ocurrió el femicidio de Mónica Tacumán) llegó cinco meses tarde.
Quedan también cinco meses de 2019 para evitar más femicidios en Chubut.