EEUU no asistirá a la próxima cumbre del G20 en Sudáfrica
El presidente de Estados Unidos canceló la ayuda a Sudáfrica, país de origen de Elon Musk y miembro del bloque BRICS, citando como pretexto una ley sobre tierras que oculta su descontento por el liderazgo sudafricano en la causa del genocidio contra Israel.
En la próxima reunión de ministros de Exteriores del G20 en Johannesburgo, programada para el 20 de febrero, no estará presente el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Rubio justificó su ausencia aludiendo a que no asistiría a un país que fomenta el «antiamericanismo».
Esta decisión llega días después de que Donald Trump confirmara la retirada directa de ayuda al gobierno sudafricano: «En Sudáfrica están ocurriendo cosas terribles… están confiscando tierras y, en realidad, están haciendo cosas quizás mucho peores que eso», afirmó Trump.
En 2024, el gobierno estadounidense proporcionó 527.5 millones de dólares (510.6 millones de euros) en ayuda para el desarrollo en Sudáfrica. La mayor parte —453 millones (438 millones de euros)— se destinó al programa contra el VIH conocido como PEPFAR.
Además se sumaron más de 60 millones (58 millones) provenientes del USAID para programas relacionados con igualdad género y principios democráticos.
Su decisión de congelar la ayuda la vincula a la nueva ley de expropiación de tierras firmada por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, una polémica medida que busca restituir las desigualdades económicas entre la población negra y la blanca.
A pesar de haber pasado 30 años desde el fin del apartheid, la diferencia de riqueza aumentó entre blancos y negros y Sudáfrica es el país con mayor desigualdad de ingresos en el mundo, según el índice Gini. La población blanca, que representa menos del 10% del total, todavía tiene el 85% de la riqueza del país, además de un 72% de las tierras agrícolas y cultivables.
Ramaphosa defendió esta medida argumentando que muchas naciones incluyen leyes similares para equilibrar necesidades públicas con derechos privados: “Son medidas comunes incluso en Estados Unidos”.
Una ley “abiertamente racista”
Elon Musk calificó esta ley como “abiertamente racista” mediante publicaciones sociales.
Musk nació en Sudáfrica en 1971 porque su abuelo, Joshua Hadelman, decidió mudar allí a la familia desde Canadá en los años 50 porque le gustó el proyecto del apartheid.
El mismo abuelo que había liderado un proyecto en los años 30, Technocracy Incorporated, que buscaba colocar a tecnócratas en la cúspide del poder político estadounidense y abolir la democracia.
Elon creció en un entorno de privilegio. Su padre, Errol Musk, hizo negocio en la minería sudafricana a costa de la segregación. A pesar de que se consideraba liberal y contrario al Gobierno del apartheid, prefería separar a los negros de los blancos en dos parlamentos en lugar de aplicar el principio de una persona, un voto.
Además del pasado sudafricano y las críticas hacia esta ley agraria existen otros motivos detrás del conflicto entre Trump y Sudáfrica: El papel activo sudafricano contra Israel tras acusarlo ante la Corte Internacional por genocidio durante diciembre pasado; también ha sido defensor clave para reconocer independencia saharaui frente al reconocimiento marroquí hecho previamente bajo Trump; finalmente participa activamente militarmente junto al Congo frente grupos rebeldes lo cual contrasta fuertemente con posturas anteriores adoptadas por Trump respecto conflictos internacionales relevantes