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El significado de la emboscada a Juan Pablo Luque en Trelew

Por Santiago Costa

El candidato a gobernador Juan Pablo Luque sufrió un ataque a tiros esta semana en Trelew. Desde 1983 la condena a la violencia armada como forma de ejercer política es un consenso entre todo los partidos políticos. Esa delgada línea se cruzó.

La agresión principal

Nada justifica la balacera. No la justifica el historial previo de enfrentamientos entre la conducción criminal de la Asociación Vecinal (liderada por Carlos Saez y Johana Díaz) y el sindicato de Camioneros, porque Luis Collio recorrió ese barrio en su campaña a la intendencia.

Tampoco la justifica que no se haya pagado un peaje para entrar el barrio (porque incluso en la negociación previa se ofrecieron donaciones de alimentos y leña).

 

No hubo una «interna sindical» entre Camioneros y la UOCRA, como argumentó el candidato a gobernador Nacho Torres.

Lo hizo en su defensa ante la irresponsable acusación de Juan Pablo Luque, imposible de probar, de haber orquestado el ataque junto al Intendente Adrián Maderna.

En ambos casos la prueba endeble es el camperón de la UOCRA, viejo y despintado, que portaba un tirador. La UOCRA de Trelew la lidera Claudio Paredes, que responde a Adrián Maderna.

Los que resaltan que la presencia de Camioneros (que fueron los agredidos, no los agresores) fue el desencadenante de la violencia, obvian la presencia de la casi totalidad del peronismo trelewense en la movilización.

Emanuel Coliñir con La Cámpora; Luis Collio con Camioneros; Gabriela De Lucía y el sindicato de Comercio; Chubut Somos Todos con Daniel Asciutto y Rosa Muñoz; un sector del madernismo con Héctor Castillo y la gente de José «Chico Espina» Giménez; Jorge «Vasco» Etchepareborda; el Movimiento Evita; y hasta Gustavo Mac karthy y Florencia Papaiani. A esa unidad política fue a la que atacaron a balazos.

Todo el peronismo menos Adrián Maderna, Leila Lloyd Jones y Gustavo Cardozo.

La agresión lateral

La agresión a la periodista Silvina Cabrera se da en el contexto del forjeceo de los militantes del Sindicato de Camioneros con los militantes de la conducción criminal de la Asociación Vecinal. No es una agresión aislada y focalizada en ella.

Es el momento en el que Camioneros avanza, a pesar de la barricada de Carlos Saez, que está sobre el techo de un auto cruzado que bloqueaba la calle.

 

El gremio de Camioneros emitió un comunicado repudiando la violencia (de la que fue objeto), pero no le pidió disculpas a la periodista que agredió. También le debería haber pedido disculpas la gerencia de su propio medio, Azul Media, por el acto de autosensura en el que borró el video con la agresión.

Es muy grave que el candidato Nacho Torres se haya solidarizado con la periodista pero no haya repudiado el ataque a Juan Pablo Luque. La irresponsable acusación posterior de Luque no justifica no condenar la violencia de la que fue víctima. 

También que haya querido hacer pasar a los agredidos como agresores con la insostenible teoría de la interna sindical. Esa teoría llevó al ridículo a Gustavo Menna cuando habló de zonas liberadas en una movilización donde había familias y niños.

¿Cuál hubidera sido la reacción del arco político si la víctima de una agresión armada hubiese sido Nacho Torres en un barrio en Comodoro?

Que las parcialidades partidistas no borren el acuerdo básico de no promover y condenar la violencia política ni hacer pasar a los agredidos por agresores.

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