Chubut Destacado 

¿Habrá bono?

A través de una nota el sector de ATE que está bajo la conducción de Guillermo Quiroga solicitará un bono de fin de año de $ 7.000 para todas las reparticiones de la administración pública provincial, en el petitorio solicitarán que se haga en una sola vez el desembolso durante diciembre.

Entre los fundamentos, desde la conducción de ATE señalaron en primer término la decisión que se tomó a nivel nacional con los estatales, y se ampararán en la mayor cantidad de recursos que han ingresado a las arcas provinciales en estos meses.

También argumentaron sobre la pérdida de poder adquisitivo del salario por el retraso en cuanto a la convocatoria de la paritaria. Además se pedirá que dentro del plus se excluya al personal político, incluyendo a los asesores del Gobierno.

Muy difícil

El gobernador Mariano Arcioni afirmó se está trabajando para poder finalizar con el pago escalonado en el mes de diciembre y que, por ahora, es muy difícil que se pueda otorgar un bono de fin de año a los trabajadores en consonancia con lo acordado entre la CGT y el Gobierno Nacional, que abarca tanto a trabajadores privados como públicos.  

Arcioni fundamentó que “se respetó la cláusula gatillo” firmada en la paritaria.

Rechazo al sector privado

La Federación Empresaria del Chubut (Fech) rechazó el pago de un bono de fin de año de $ 5.000 para los trabajadores del sector privado, dispuesto por decreto del Gobierno nacional, considerando  que “impactará negativamente sobre los pequeños comercios y para su cumplimiento se deberán articular mecanismos de emergencia”, de acuerdo a lo publicado en El Chubut.

A través de una declaración difundida, tras analizar cómo se organizará cada una de las pymes para poder afrontar el pago del bono, teniendo en cuenta el difícil escenario económico actual, la Fech sostuvo que “no está en discusión la recomposición salarial que necesitan los trabajadores frente a la pérdida de poder adquisitivo, ni tampoco la generación de empleo y el aporte a la producción que siguen haciendo las pymes de la provincia. Lo que sí es cuestionable son las formas en la que se aplica este plus y cómo impactará en los pequeños comercios de la provincia”.

Desde la organización presidida por Pablo Tedesco aseveraron que “no compartimos las formas. Hasta ahora todo lo producido con mucho esfuerzo se lo ha llevado un solo sector que es el financiero, absorbiendo intereses de las pymes en más de $ 150 mil millones”.

Tedesco consideró que “las pymes, motor para la reactivación de la actividad y generación de puestos de trabajo genuinos, son una vez más las que tienen que sostener los desequilibrios económicos y financieros con una nueva carga. Y muchas pequeñas empresas están casi quebradas, sin posibilidad si quiera de pagar sueldos y endeudadas”.

Para la Fech “el impacto será muy negativo en las pymes de la provincia. Se ha logrado gestionar en conjunto con el sector político el pago de deudas que venían atrasadas desde hace más de dos años y medio para los proveedores, justamente porque el comercio ya no aguantaba el contexto adverso. La nueva resolución no hace más que echar nafta al fuego. Del mismo modo, las tasas de interés que se están cobrando hacen imposible el sostenimiento en el mediano plazo de cualquier emprendimiento productivo o inversión. Con estas reglas las únicas perjudicadas son aquellas empresas que producen. Y como contra parte el trabajador, que vive con incertidumbre cuál será su futuro”.

Consideraron necesario que las entidades gremiales revean el tema con las empresas para llegar a un consenso sobre la forma de pago.

Por otra parte, la Fech señaló que “es importante tener en cuenta la carga que significará el mes de diciembre, donde habrá que afrontar el pago de sueldos, aguinaldo y podría acumularse la suma extra para los empleados”.

El bono

El beneficio, publicado en el Boletín Oficial, enuncia que las empresas deberán pagar un bono de 5.000 pesos a sus empleados con la intención de compensar la pérdida del poder adquisitivo frente a la elevada inflación en el país.

El bono, que originalmente fue confeccionado para los trabajadores del sector privado (el sector público también lo recibirá), es parte del acuerdo al que llegó la Confederación General del Trabajo (CGT) con el sector empresarial el pasado martes 6 de noviembre.

En los artículos de la norma se determinó el sistema para el pago del bono de fin de año:

El 50% se pagará con los salarios de noviembre, «pagaderos en el mes de diciembre de 2018″ y la otra mitad con los sueldos de enero, lo que llegará a los trabajadores en febrero.

Cuando la prestación de servicios fuere inferior a la jornada legal o convencional, «los trabajadores percibirán la asignación en forma proporcional, de acuerdo a los mecanismos de liquidación previstos en el convenio colectivo aplicable o, supletoriamente”.

Las actividades o sectores que se encuentren especialmente en crisis o declinación productiva podrán adecuar la implementación de los plazos y montos del bono.

Los sectores que acordaron un aumento adicional que compense el aumento de la inflación, según sus convenios colectivos de trabajo, podrán pagar el bono a cuenta de ese incremento «salvo que acuerden expresamente su no absorción», según publica Perfil.

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