La pulsión autodestructiva del PJ amenaza el triunfo electoral
A dos años de las elecciones para la gobernación, pero a días del cierre de listas para las elecciones nacionales, la dirigencia peronista de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn decidieron romper relaciones políticas.
Juan Pablo Luque y Ricardo y Gustavo Sastre prefirieron las chicanas por los permisos de pesca y las operaciones políticas con proyectos de ley para redistribuir las regalías petroleras, a hacer política para que triunfe el Frente de Todos en estas elecciones.
El ex presidente Carlos Menem solía decir “en política el que se calienta pierde” y Juan Pablo Luque demostró que reacciona a todas las provocaciones.
El sastrismo empieza a mirar de reojo la elección. Luego de la fugaz candidatura del vicegobernador a senador y un tibio apoyo al asesor presidencial Julián Leunda en caso de que hubiese una improbable interna, los madrynenses arriesgan poco.
Los mellizos no tienen nada que defender, no tienen senadores ni diputados cuyos mandatos venzan. La oferta de colocar en la primera diputación a la vice intendenta Noelia Corvalán, al parecer no los seduce.
Incluso existe la posibilidad de que Carlos Eliceche ubique como primer diputada por Madryn a Eugenia Alianello, concejal y ex secretaria de Desarrollo Comunitario de la gestión de la intendencia de Ricardo Sastre, realeada a un segundísimo plano en la gestión de Gustavo.
Por eso privilegian mellar al adversario hacia 2023 y capitalizaron políticamente las dos torpezas del peronismo de Comodoro Rivadavia. La primera fue jerarquizar un reclamo del SUPA por el bajo nivel de descargas pesqueras (algo en lo que el gobernador ya se había involucrado para destrabar).
Recibí a la intendenta de Camarones, @LoyolaChubut y dialogamos sobre las necesidades de nuestras ciudades portuarias. Mejorar las condiciones para la pesca, y que sea equitativo en todo Chubut, es algo en común que pretendemos.
Un placer trabajar en conjunto por nuestra región. pic.twitter.com/Yw5rPS2GLT— Juan Pablo Luque (@luquejuanpablo) July 9, 2021
La reunión de Luque con la intendenta camaronese Loyola -con twitt incluido- fue una provocación innecesaria.
Loyola está enfrentada a la cámara pesquera de Rawson y Luque quedó envuelto en un dinámica política pesada y que desconoce. Los empresarios de la pesca son determinantes en la política del valle.
La segunda torpeza fue la adhesión de Unidos y Organizados al Frente de Todos sin una negociación previa, global, con el sastrismo. Envalentonado UYO ahora hasta se da el lujo de proponer candidata. Esquivar la negociación fue otro signo de amateurismo político, en este caso de Carlos Linares, juez y parte.
Palo por palo
La operación política del sastrismo con el proyecto de ley de Sebastián López fue perfecta. Hábil, al centro de gravedad del adversario, brutal. La clase política de Comodoro Rivadavia, aún sabiendo que ese proyecto, un autentico bluff que no tiene visos ni siquiera de dictamen de comisión, jerarquizó el tema.
En vez de ignorarlo o responder mediante un funcionario de tercera línea, la dirigencia comodorense terminó instalando mediáticamente el conflicto.
La lucidez que tuvo Juan Pablo Luque en no opinar del tema la perdió cuando rompió relaciones con el sastrismo semipúblicamente en el grupo de whastapp de la dirigencia del PJ.
¿Quién pierde más en este momento con esta ruptura? Claramente el peronismo de Comodoro Rivadavia, que queda aislado enfrentado al resto de la provincia.
Solo resta ver si la intervención del Instituto Patria convence a Julián Leunda de que decline su candidatura, a Florencia Papaiani para que secunde a Carlos Linares en senadores y ver cómo se resuelve diputados.
Será clave la intervención de Sergio Massa para que el sastrismo al menos acompañe a media máquina la elección. O del ministro Wado De Pedro, como en abril, previo a aquella cumbre que trajo un «armisticio» que duró bastante poco.