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Los pagos de intereses de la deuda disparó el rojo de cuenta corriente

Según informa BAEnegocios, el 2023 arrancó complicado desde el frente externo, con restricción importadora para intentar moderar los números negativos, con una sequía que impactó negativamente en las exportaciones y dejó menos margen desde los bienes para compensar el drenaje crónico de las otras cuentas históricamente negativas, con un creciente déficit turístico pese al dólar Qatar y con unos pagos de intereses que patearon el tablero.

Y el informe de Evolución del mercado de cambios y balance cambiario que publica todos los meses el BCRA así lo reflejó.

El 9 de enero vencieron los bonares y los globales en euros y dólares, por un total de USD1.021 millones, a lo que se le sumó algunos pagos, siempre de intereses, a otros organismos internacionales, por USD276 millones.

Eso en lo respectivo al Gobierno nacional, pero además otros pagos sumaron unos USD307 millones extra.

Eso no fue todo en materia de deuda, ya que también hubo pagos por USD2.641 millones al FMI.

No se trató de intereses sino de capital, por lo cual no impactó en la cuenta corriente sino en la financiera, que también tuvo un rojo de USD2.219 millones.

El BCRA perdió USD3.875 millones a lo largo del mes.

Esos pagos de capital al Fondo se compensan de forma clara con los ingresos que se habían registrado durante diciembre, por los desembolsos de USD3.310 millones netos (ya en diciembre se habían realizado pagos).

En diciembre la cuenta financiera había dejado ingresos extraordinarios de USD3.669 millones

La salida de divisas provocada por los viajeros fue USD666 millones, el peor enero desde el crítico 2019.

Se trató de niveles superiores a los de noviembre y diciembre, lo que resulta esperable por razones estacionales.

El dólar Qatar venía mostrando una mejora desde noviembre, cuando se moderó parcialmente el drenaje en esa cuenta.

Los servicios dejaron así un abultado rojo de USD725 millones y se va consolidando un nivel promedio mensual alto, tras el respiro que había otorgado la pandemia.

Más allá de lo que fue la salida, el rojo de cuenta corriente se explicó también por un menor ingreso por el lado de los bienes, que son los que históricamente proveen las divisas para financiar los otros gastos. La sequía metió la cola. Los pagos de exportaciones cayeron y el superávit fue de apenas USD414 millones. No alcanzó.

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