Odontólogos de Esquel suspendieron servicios a afiliados de SEROS
El odontólogo Miguel Sartori confirmó que los profesionales de la región han decidido suspender la atención a los afiliados de la obra social SEROS debido a la falta de pagos por sus prestaciones desde junio. “Nosotros aguantamos 90 días para que nos paguen nuestra prestación, en un país con una inflación que es un 4 o 5% mensual”, indicó.
Sartori explicó “La provincia se divide en costa, Comodoro y Esquel. Para Comodoro, SEROS no es relevante, pero para la costa y la cordillera sí lo es. En la costa han decidido esperar un poco más para ver si se les puede cancelar, pero aquí no hay una fecha prevista y no se sabe cuándo se cobrará”.
El odontólogo también advirtió que las autoridades de la obra social no están atendiendo los reclamos. “Wisky se hizo cargo ayer, pero en general no hay diálogo con las autoridades de SEROS. Esta reunión que se espera fue gestionada por un colega de Trelew que tiene relación con una autoridad para tratar este tema”, comentó en diálogo con FM del Lago.
Agregó que siempre ha habido vocales en SEROS, aunque algunos no eran elegidos por los afiliados, y sugirió que sería beneficioso contar con personas con experiencia en el área.
Sartori destacó que todos los insumos utilizados por los odontólogos son importados y se adquieren a precio dólar además señaló “Imagínate lo complicado que es recibir pagos con 90 días de retraso cuando tenemos cuentas como luz, gas y sueldos que pagar”, manifestó.
Al ser consultado sobre el costo de algunas prestaciones comunes, precisó: “Arreglar una caries en forma privada cuesta $45.000; el papelito de SEROS vale $40.000 si te lo pagaran hoy. El afiliado debe cubrir la diferencia. Desde octubre del año pasado, el costo estaba en $17.000; ahora han cambiado todas las normas y mejorado los aranceles, pero SEROS ha impuesto restricciones y eliminado muchos códigos de tratamiento”.
Sartori también advirtió sobre la disminución en la demanda “Lamentablemente, muchas personas no van al odontólogo cada seis meses. La situación económica lleva a que abandonen la cultura de las visitas anuales al dentista. La gente suele automedicarse hasta que el dolor se vuelve insoportable”, explicó.