Solo los votos salvarán a Trump
La caída de dos importantes aliados de Donald Trump -su exabogado personal y su exjefe de campaña– marcó su punto momento más negro desde que llegó a la Casa Blanca. Su presidencia está amenazada por varios flancos, especialmente tras la confesión bajo juramento del letrado Michael Cohen,que ha implicado al magnate en delitos federales.
Tras haberse declarado culpable de haber violado la ley federal de financiamiento de las campañas ante un tribunal, el histórico amañador de los entuertos del presidente Donald Trump, su abogado, puso su futuro en manos del sistema judicial de Estados Unidos.
Los próximos meses serán turbulentos en Washington, pero es improbable que Trump se enfrente a cargos criminales. En el pasado, el Departamento de Justicia decretó en sus guías que un presidente en activo no puede ser encausado y el equipo legal del magnate afirma que el fiscal especial Robert Mueller, quien lidera la investigación sobre la injerencia de Rusia en las presidenciales de 2016, ha asegurado que cumplirá esta máxima.
El peor escenario para Trump es que el Partido Demócrata se haga con el control del Congreso -que tiene la autoridad constitucional para iniciar un ‘impeachment’– en las elecciones de noviembre de mitad de mandato y abran una investigación por corrupción que probablemente incluirá sesiones sobre el proceso de destitución.
Consultado sobre si existen elementos para iniciar un proceso de investigación y posterior juicio político, Jarrold Nadler -legislador por Nueva York y máximo representante demócrata en la Comisión de Juicio Político del Congreso norteamericano- dice que quiere ver más evidencias.
El senador republicano Lindsey Graham dijo «violaciones a la ley de financiamiento de las campañas… No sé en qué terminará todo eso, pero lo que más dañaría al presidente sería que su campaña efectivamente haya estado consensuada con Rusia. Cualquier tema menor que ese probablemente terminará en el campo de la política partidaria».
Los estrategas del partido no le dan mayor importancia a la condena de Manafort, ya que consideran que no tiene relación directa con Trump, y dicen que los votantes ya han entendido que el presidente acordó pagarle a la actriz porno Stephanie Clifford, más conocida en la pantalla como Stormy Daniels.
Algo que termina favoreciendo al presidente es que la gente ya no esperaba demasiado de su conducta antes de las revelaciones de Cohen: los demócratas lo consideran un demagogo amoral y muchos republicanos lo ven como un personaje intragable que aplica las políticas correctas y, lo que es más importante, se enfrenta a los enemigos correctos.
Muchos republicanos ya están preparados para perder la mayoría en la Cámara baja y creen que los delitos que vinculen a Trump solo potenciarán las chances de los demócratas.
Pero a pesar de la fortaleza actual de la economía norteamericana y la relativa estabilidad en el plano internacional, los índices de aprobación de Trump ya son sustancialmente más bajos que los que tendría cualquier otro presidente a esta altura de su mandato.
¿Qué son las elecciones mid-term?
Estas elecciones de mitad del mandato presidencial eligen que partido controlará las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos los últimos dos años, hasta las siguientes elecciones presidenciales y van mucho más allá de un mero referéndum para valorar las políticas de la presidencia.
La historia indica que en Estados Unidos no es extraño que las ‘midterm’ establezcan un Gobierno ‘dividido’ en Washington, es decir, que uno de los dos partidos tradicionales controle la Casa Blanca —el Republicano, actualmente— al tiempo que otro diferente lo hace en una o en las dos cámaras del Congreso.
Fuente: La Nación / El Confidencial