De la mano de Maderna, Arcioni se animó a hacer la V
El gobernador Mariano Arcioni tuvo ayer su cierre de campaña soñado , de la mano de Adrián Maderna y sus multitudes, a orilla de la laguna Chiquichano.
Coleccionó su última postal de apoyo multitudinario, tras el inicial despegue con Gustavo y Ricardo Sastre en Puerto Madryn y los actos con los sindicato de Comercio y Petroleros en Comodoro.
El gobernador, que todos coinciden mide mejor en Puerto Madryn, probablemente coseche buenos números allí, traccionado por el genuino interés propio de los mellizos más famosos del golfo. Curiosamente es en la cordillera donde menor empuje parece tener el gobernador.
Mariano Arcioni se llevó incluso la promesa explícita -invalorable- del intendente de Trelew de no mandar a cortar boleta a favor de Carlos Linares (para perjudicar en la interna peronista a su rival trelewense Gustavo Mackarthy) una versión que circuló con fuerza en Casa de Gobierno.
«Tenemos que votar la boleta completa, para que ningún pillo juegue a dos puntas. Acá está la defensa de Chubut, de Trelew y de todas las localidades». Adrián Maderna.
Arcioni recordó que «en el peor momento de la provincia convocamos a todos los referentes y ninguno quiso ayudar para sacar la provincia adelante. Hoy Ricardo (Sastre) Adrián (Maderna) y los gremios apoyaron siempre y ahí demuestran la velentía y el amor. No como esos cobardes que estaban debajo de una cama obstaculizando”.
En Trelew la segura victoria de Adrián Maderna en la categoría municipal empujará hacia arriba los números del gobernador, pero habrá que ver cuánto, sabiendo que la imagen negativa del gobernador es fuerte, motivada por el mal recuerdo de los estatales por el pago escalonado y del comercio dañado por el retraso eterno en el pago a los proveedores del estado. Además el candidato MacKarthy es oriundo de la ciudad y muchos lo ubican tercero no tan lejos.
En Comodoro, Arcioni necesitará del voto independiente para el «hijo de la ciudad». El escribano ex liceísta compite con la base del voto de Gustavo Menna, pero con la mitad del aparato peronista local a su favor. Los sindicatos de petroleros, comercio y las agrupaciones que responden al Tano Di Pierro solo podrán velar las armas y cuidar las boletas de Arcioni y sus votos como fiscales. No mucho más.
¿Qué pesará más en la ciudad arrasada por la inundación de 2017? ¿El voto bronca contra Mauricio Macri, contra el gobierno provincial, contra el local? Lo cierto es que tres de los cuatro candidatos más potentes provienen de la ciudad.
Arcioni apela a lo nuevo, a la honestidad, al compromiso y eso fue lo que se vio en el acto lanzamiento del Hotel Rayentray de Puerto Madryn. Un discurso que sigue las recetas de una asesor que acaba de ser expulsado del gobierno, tras la circulación de audios donde destrata a oficialistas y opositores por igual.
La hora de la verdad
El domingo se votará en las PASO contra el causante de la crisis. Los que creen que la crisis tiene origen nacional votarán contra Gustavo Menna. Los que crean que tiene raíz provincial, contra Mariano Arcioni. Esa lógica complica al Frente Patriótico, que no logra articular discursivamente sus prioridades.
El objetivo de Mariano Arcioni es salir primero, tener un desempeño apabullante en Madryn, bueno en Trelew-Rawson, aceptable en Esquel y moderadamente desfavorable en Comodoro. Perder por mucho en Comodoro, puede ser un problema.
Gustavo Menna pretende salir primero, o segundo por muy pocos puntos. Hay quienes manejan en el PRO la teoría de que, quien sale segundo por poco, triunfa en segunda vuelta (sean generales o balotaje) porque une tras de sí todo el voto anti a quien haya salido primero.
Menna pretende hacer una muy buena elección en Comodoro y la cordillera, y buena en Trelew-Rawson y aceptable en Madryn. Perder por mucho en Trelew y salir tercero puede ser un problema que solo la derrota en las PASO de Gustavo MacKarthy podría llegar a resolver.
El Frente Patriótico aspira a salir primero, como espacio. Necesita que el candidato ganador de su interna quede a no menos de doce puntos del candidato que más votos reciba a nivel general. Luego, hacer lo que haya que hacer para retener el voto de sus adversarios internos («el que pierde acompaña»), evitar dar una imagen de impotencia e impedir que sus votos fuguen hacia un «voto útil».