Aborto en el Senado: moneda en el aire
Tras años de lucha del movimiento feminista, el debate por la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) llegó hoy a la Cámara de Senadores, luego de su aprobación en Diputados el 14 de junio.
Se prevé una larga sesión y una movilización histórica, con millones de mujeres en la calle reclamando por la ampliación de sus derechos y por el fin de las muertes por abortos clandestinos.
El sector en contra de la despenalización integrado por grupos conservadores como la Iglesia Católica y Evangélica, ejerció una fuerte presión sobre los legisladores y también convocó a manifestarse en las inmediaciones del Congreso, que desde ayer permanecía vallado y con un fuerte operativo de seguridad.
En la reunión de Labor Parlamentaria se resolvió adelantar una hora el inicio de la jornada, previsto entonces para las 9.30. Según los números que se manejaban hasta anoche, el escenario se inclinaba hacia el rechazo y se mantenía una leve expectativa en la potencia del reclamo popular.
En la misma reunión quedó establecido que cada senador tendrá 10 minutos para argumentar su voto, a excepción de los miembros informantes, que tendrán 15, y los presidentes de bloque, que tendrán media hora cada uno. El objetivo es votar lo más temprano posible.
A eso se le suma que todavía no está definido si se tratará el proyecto que tuvo media sanción en Diputados o el dictamen con modificaciones que salió del plenario de comisiones de la semana pasada, pero obtuvo 26 de los 27 votos que necesitaba. De todos modos, al ser el único proyecto con dictamen, los impulsores buscarán tratarlo igual.
Así las cosas, el oficialismo intentará que se vote entre las 22 y las 23, horario en el que debería concluir la sesión si todos los senadores cumplen con los tiempos establecidos.
La semana pasada, en una tensa reunión del plenario de comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Constitucionales, 26 senadores acompañaron un proyecto con modificaciones a la media sanción proveniente de la Cámara baja.
Centralmente los cambios que incluyeron establecían adelantar de la semana 14 a la 12 el plazo para la realización de un aborto, incorporar la figura de la objeción de conciencia institucional, eliminar las sanciones penales para los médicos que se nieguen a practicar una IVE y asignar una partida presupuestaria específica para las provincias, con producción pública de misoprostol inclusive.
El jefe del Bloque Justicialista del Senado, Miguel Pichetto y uno de los referentes del sector “verde” aseguró que no aceptarán “nada que tergiverse el espíritu de la lucha y el reclamo del colectivo de mujeres. Nosotros mañana en la discusión vamos con la media sanción que viene de la Cámara de Diputados».
El espacio que –proporcionalmente– más votos a favor sumaría es el Frente para la Victoria con 8 de sus 9 integrantes. La sorpresa la dio la rionegrina Silvina García Larraburu, quien adelantó este domingo su rechazo al proyecto.
En contraposición, el radicalismo es el que más votos suma por el rechazo, con 9 votos sobre 12 y solo 3 favorables.
Durante las últimas semanas se definieron en contra el pampeano Juan Carlos Marino y el chaqueño Angel Rozas, que mantienen aspiraciones a gobernar sus provincias.
En otros bloques el reparto es más parejo: el PRO tiene 4 senadores a favor y 5 en contra mientras que el Bloque Justicialista, que lidera Pichetto tiene confirmados 8 positivos y 10 negativos.
Todavía hay 2 que no adelantaron postura: el tucumano José Alperóvich, con tendencia a favor, y el santafecino Omar Perotti, que votaría en contra.
La peronista puntana Eugenia Catalfamo, compañera de bancada de Adolfo Rodríguez Saá, ratificó que no asistirá a la votación por estar de licencia por embarazo. Sin embargo, dijo que está a favor de la legalización.
En este contexto y teniendo en cuenta las posiciones públicas de otras bancadas más pequeñas, el rechazo sumaría 37 votos y el respaldo a la media sanción 31.
Si se aprobara la introducción de modificaciones, la iniciativa debe volver a la Cámara de Diputados, que podría aceptar esos cambios o insistir con la redacción original. Para aceptar los cambios, solamente necesita mayoría simple. En cambio, para descartarlos y aprobar el texto original, es necesaria una mayoría igual o superior a la del Senado.
Fuente: Página 12 / El Canciller / Infobae