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Arcioni recalcula y el PJ manda el aparato a boxes.

El gobernador Mariano Arcioni reapareció después de las elecciones. Harto del «bulliyng» que le hace Nacho Torres cada vez que declara, el gobernador habló de jóvenes con vicios de la vieja política.

Arcioni entre torres y pozos

Así se pudo ver al gobernador, que tiene la credibilidad por el suelo y una imagen negativa por las nubes, pedir «basta de mentir a la gente y de jugar con la esperanza de la gente porque así no se gana una elección ni se gobierna». Notable.

Otra curiosidad del gobernador fue reimpulsar el debate por la zonificación minera. Es curioso porque el ganador de una elección suele usar «la fuerza de los votos» para fustigar a sus adversarios o imponer su agenda, tal como hizo Torres denunciando el acoso del propio Arcioni, el operador mediático Daniel Taito y el empresario Fabrizzio Cardini.

Por eso que Arcioni intente reinstalar un debate que los principales candidatos y el electorado que los eligió decidieron en el mejor de los casos posponer, es llamativo.

“Muy pocos leyeron el proyecto, debatamos si es viable y cómo se puede controlar, pero no desde el desconocimiento. Estoy abierto al debate»

Además el gobierno empezó a circular rumores de cambios en el gabinete a fin de año y un posible aumento de sueldos, en cuotas, a todos los estatales.

Según el propio Arcioni, «el equipo de Economía de la provincia ya está analizando los números para otorgar el aumento que se merecen los docentes y los estatales». Según el diario El Chubut, el incremento podría rondar el 30% en total: 3% en noviembre, 7% en diciembre, 10% en marzo de 2022 y 10% en abril.

Además el frío 13% que sacó el ministro Federico Massoni puso fin a la autonomía de su campaña, centrada en su figura y excluyendo al gobernador. Ahora la campaña será integrada con el ministro de Salud Fabián Puratich y la secretaria de Gobierno y de Información Pública Vanesa Abril, que aumenta su poder.

El gobernador también estuvo en el acto del presidente Alberto Fernández con los gobernadores justicialistas. El encuentro simbolizó el apoyo que busca el presidente en la estructura territorial del PJ, que simboliza la llegada de el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, a la Jefatura de Gabinete de Ministros.

El problema es que si bien se solicitó el apoyo institucional del gobernador Arcioni, este no estaba contemplado en el tono partidario. Esto generó confusión cuando el presidente declaró «mis candidatos son los candidatos de los gobernadores».

La confusión fue para propios y extraños, porque en el gobierno lo quisieron leer como un apoyo velado y se ilusionaron con que se bajaba alguna lista. Finalmente primó lo obvio, que el presidente había cometido otro error comunicacional, que enmendó con un tweet.

El que se lo tomó para mal fue el ministro Puratich, que contestó indignado que el presidente violó la veda y dijo “me pareció fuera de lugar decir una cosa un día y al otro día otra”.

Si bien es raro ver al ministro más alineado con el gobierno nacional criticar nada menos que al presidente, todo esto refuerza lo dicho por Eliceche: «hay mucha gente que nos confunde con la gestión provincial, como que somos todos lo mismo».

El «enojo» del ministro más peronista del gobierno de Arcioni tal vez sea un mensaje en sí mismo, reforzando la negativa al supuesto pedido del gobierno nacional para que Chusoto baje la lista (que ya circula en la prensa nacional).

Media máquina

Tampoco queda claro que la baja de la lista de Chusoto beneficie automáticamente al Frente de Todos. Si puede beneficiar una polarización, tal vez no sea en beneficio del peronismo.

Distintos referentes gremiales y políticos salieron a instalar que la campaña hasta ahora fue a media máquina. Tal vez porque se dejó a los sindicatos afuera del armado electoral. O por el efecto de la pandemia, que no permitió hacer actos y quitó mística.

O porque los intendentes no pusieron la estructura municipal a favor de la campaña (asistencialismo). O porque «se arrancó tarde» la campaña, como quedó claro con la falta de cartelería y demás.

Algunos están tranquilos porque «en las PASO siempre se especula» (esto pudo verse en Esquel y Dolavon por ejemplo) y ahora todos van a jugar a fondo. Otros creen que con una diferencia de diez puntos abajo ¿Quién que no haya jugado a fondo va a querer quedar pegado a la derrota?

A pesar de todo esto, hay que recordar que prácticamente no hubo corte de boleta a nivel provincial ni en las ciudades en favor o en contra de Linares.

Eliceche repitió que el objetivo es llegar al 32% histórico del peronismo en la provincia. Eso significa sumar 17 mil votos. También cree que Torres no va a poder retener el voto radical (40 mil sobre 107 mil) y que le va a pasar lo que le pasó a la lista del PJ en 2017. Tal vez un exceso de optimismo.

El Frente de Todos tiene que lograr que más gente vaya a votar (al menos un 3% del padrón, cerca de 8 mil votantes) y tratar de absorber con un discurso de «voto útil anti macrismo» a los votos del Pich, la izquierda y de quienes votaron en blanco y o anularon su voto para alcanzar esos 17 mil votos que lo lleven al 32%.

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