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Brasil verde oliva

El candidato de derecha Jair Bolsonaro quedó más cerca de lo que se esperaba de ganar en primera vuelta, bordeando el 47% de los votos válidos, con más del 94% de los sufragios escrutados ante el candidato del PT, Fernando Haddad,  que sacaba un lejano 28%.

Fuera del balotaje quedaron Ciro Gomes, con el 12,52% de los votos, Geraldo Alckmin (4,80%) y Joao Amoedo (2,55%) y también fue sorprendente la casi desaparición total del voto de Marina Silva que apenas rozó el 1%, tras había empezado la campaña con una intención de voto de 15%.

De los 147 millones de brasileños que componen el padrón electoral, más de 48 millones votaron por Bolsonaro y si suma un millón de votos -apenas un poco más de tres puntos entre el 22% que no votó por el PT- en segunda vuelta será presidente. El partido de Lula tiene que sumar unos 18 millones de votos para ganar el ballotage.

De cara al ballottage, tal vez el mayor obstáculo que encaren Bolsonaro y Haddad sea el alto rechazo que ambos también generan en el electorado: 44% para el diputado ultraderechista y 36% para el exalcalde petista, según las últimas encuestas de opinión.

Mientras que en el nordeste del país, el PT confirmó su hegemonía en la zona más pobre de Brasil. En Ceará (Fortaleza), Camilo Santana, candidato a gobernador del partido de Lula, alcanzó el 74 por ciento. Pero Bolsonaro se impone en los mayores bastiones electorales del país.

El PT perdió en San Pablo, Río de Janeiro y Minas Geras, los tres mayores distritos electorales del país. En Minas Gerais la expresidenta Dilma Rousseff quedó fuera del Senado y también fue vencido el actual gobernador Fernando Pimentel.

En el caso de los comicios parlamentarios, sea quien sea el próximo presidente del gigante sudamericano tendrá que lidiar con un Congreso sumamente fragmentado donde ni el partido de Bolsonaro ni el de Haddad ni sus respectivos aliados (dos formaciones pequeñas) conseguirían, ya no mayoría, sino al menos una presencia notable.

El PSL, que actualmente cuenta con ocho diputados, sí capitalizaría la popularidad electoral de Bolsonaro hasta afianzar unos 20 asientos en la cámara baja. El PT, en cambio, caería desde los 68 escaños que posee en estos momentos hasta unos 50.

El «gran centro» será el bloque con mayor representación parlamentaria, con unos 170 diputados. El poderoso Frente Parlamentario de la Agropecuaria (FPA), el «lobby» del sector agrícola y ganadero de Brasil, que cuenta con más de 260 diputados y senadores, se pronunció por Bolsonaro.

De los 513 diputados salientes, 457 compitieron por la reelección, a pesar de que el 40 por ciento se enfrentan a juicios por corrupción en el Tribunal Supremo. En el Senado, el panorama no es muy diferente: de los 54 escaños en juego, 32 de sus actuales inquilinos buscan un segundo mandato.

De los 27 gobernadores salientes, 20 optan por la reelección y todo apunta a que la conseguirán, aunque tengan que hacerlo en segunda vuelta, neutralizando así la irrupción de nuevos partidos.

En Brasil, las elecciones a gobernador y a diputados federales también tienen segunda vuelta, salvo que superen el 50%. Así quedaría la distribución de bancas con la proyección de los votos de la primera vuelta.

 

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