¿Cuántos docentes no darán clase en Chubut?
En lo que parecía ser un principio de año novedoso, con los gremios docentes logrando una exitosa -y muy negociada- paritaria con el gobierno provincial, algo infrecuente en los últimos años, aunque le pese a la ministra Graciela Cigudosa, las clases no están garantizadas.
Es que las seccionales provinciales de los gremios docentes nacionales adhirieron al paro de la centrales, con CTERA a la cabeza. Los gremios nacionales repudian el bajo presupuesto educativo del gobierno nacional y la falta de una paritaria nacional docente que, como en años anteriores, fije un piso al salario docente, que en rigor es provincial.
La paritaria docente que firmaron los gremios docentes Atech y Sitraed fija un aumento progresivo al básico testigo de 14.045 pesos en febrero, 16.000 pesos en marzo y 17.300 pesos en abril, más una cláusula gatillo trimestral para compensar las pérdidas por inflación.
Si el gobierno se fijó resolverla principalmente por un objetivo electoral, para brindar una sensación de «normalidad», ésta fue luego amenazada por el conflicto que sostuvieron los auxiliares docentes, con el sector de ATE que lidera Edgardo Hompanera alentando medidas de fuerza.
La paritaria no docente finalmente lleva el salario básico de un ingresante a 17.568 pesos en marzo (16%, absorbiendo la zona no remunerativa hasta $1300 y presentismo de $375), con un incremento del 10% sobre el básico testigo en los haberes de mayo, y un nuevo incremento del 10% en el mes de junio, con incremento de la zona remunerativa a un 35% y cláusula gatillo basada en el IPC Patagonia para el tercer trimestre del año.
El gobierno logró destrabar ese conflicto salarial solo para encontrarse con la adhesión local al paro nacional docente. La advertencia de la ministra Cigudosa de descontar a quienes no den clase y la pérdida del presentismo puede no ser eficaz teniendo en cuenta que, históricamente, tal amenaza administrativa no fue concretada.
¿Tiene margen político la dirigencia gremial provincial para no adherir a las medidas de sus centrales sindicales nacionales?
Concretamente las negociaciones paritarias son provinciales, pero cuando un sindicato provincial requiere auxilio nacional por estar políticamente muy aislada frente un gobierno intransigente, el sindicato nacional acude en su auxilio. Existe un principio de solidaridad histórico entre los docentes, que viene desde la década de los noventa.
Pero esto no tiene porque importarle a los padres que quieren llevar a sus hijos al colegio, no solo por la calidad educativa que empieza garantizando cumplir el cronograma de clases, sino por el trastorno social que implica tener que a los menores en los hogares en jornada laboral.
Los docentes, como trabajadores y ciudadanos, tienen el derecho a optar por dar clase o no, según consideren más justo cumplir con la paritaria provincial o con el paro nacional. El ex gobernador Mario Das Neves jugó históricamente su peso político contra los sindicatos docentes cuando consideró sus reclamos injustificados, buscando dejar a la dirigencia sindical aislada en la opinión pública.
¿Que grado de adhesión tendrá este paro en la provincia?
¿Dejará aislada en la opinión pública la exitosa paritaria docente a una dirigencia gremial que priorizó sus compromisos sindicales nacionales frente a los ciudadanos chubutenses?