Más dolor que unidad en la cumbre peronista
Por Santiago Costa
La “cumbre” peronista mostró lo que hay y lo que falta. Lo más sólido que hay es el acuerdo electoral ente Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre. Lo más novedoso que hubo fue la inclusión de Adrián Maderna en la reunión.
En un plano ideal para el PJ, se adelantarían las elecciones y se eliminarían las PASO (ambas medidas perjudican a Juntos por el Cambio). El bonus sería una ley de Lemas, o sea, “la unidad electoral por ley” que deje a todos contentos (por poder participar) y al ganador tranquilo sin temer una fuga de votos.
También les gustaría derogar la ley que impide la reelección para un nuevo mandato de aquellos intendentes sin carta orgánica que finalicen su segundo período desde 2015. Eso garantizaría el apoyo del “aparato” del interior y significaría no tener que repartir bancas entre intendentes «jubilados».
Pero el problema es que la unidad que necesitan no solo debe ser hacia adentro del peronismo, sino que el Frente de Todos incluye al arcionismo. El gobernador es quien firma el decreto fijando la fecha de las elecciones. Además el estabilizado bloque oficialista cuenta con la mayoría en la Legislatura y su apoyo es vital para aprobar las leyes que quiere el peronismo.
Pero el gobernador tiene su propio pliego de condiciones: por empezar ser el primer diputado nacional en la lista y también contar con varios lugares para su espacio -que comprende a Chusoto y al Frente Renovador- en la Legislatura.
¿Están dispuestos dirigentes como Carlos Linares o Adrián Maderna a aceptar que Mariano Arcioni sea el candidato a diputado?
¿Está dispuesto Mariano Arcioni a que la alianza del Frente incluya a los “antimineros” Gustavo MacKarthy y Adrián Maderna en Trelew?
¿Lograrán evitar el peor escenario, en el que Maderna adelante las elecciones municipales en Trelew y luego busque ser diputado nacional?
¿En cuántos “lotes” tendría que fraccionarse la lista a la Legislatura, contando a sindicatos como petroleros; luz y fuerza; comercio, bancarios y camioneros?
Son 16 lugares, de los cuales solo 8 son seguros (entran aún perdiendo) y los jefes de la alianza se quedan los del 1 al 4. Como en toda negociación electoral, siempre hay más aspirantes que lugares y habrá ganadores y perdedores.
¿Quién cederá hacia adentro del peronismo para contener al socio indeseado? La única forma que tienen de ganar es estando todos unidos para la continuidad.