Oposición presiona con el DNU de deuda para destrabar el Presupuesto
La fragmentación de las fuerzas políticas y el desorden en la Cámara de Diputados alcanzarán su punto máximo esta semana, con cuatro sesiones programadas en los próximos cinco días hábiles del período ordinario.
Una de estas sesiones, impulsada por Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre, busca derogar el DNU 846, que se refiere a la reestructuración de la deuda.
Este será el último intento de los gobernadores para forzar al Gobierno a negociar el Presupuesto 2025. Aunque las posibilidades de éxito son bajas, los opositores esperan al menos influir en la dirección establecida por el oficialismo, a la espera de una posible convocatoria a sesiones extraordinarias.
Dificultades para reunir el quórum
La oposición ha postergado este debate en dos ocasiones en las últimas dos semanas, principalmente debido a la dificultad para reunir el quórum necesario (129 legisladores) y a solicitudes de los mandatarios provinciales, quienes no desean romper completamente con el Ejecutivo nacional.
Los integrantes de las bancadas que firmaron la solicitud para sesionar este martes a las 15 no descartan una tercera suspensión, dependiendo de si los gobernadores ceden nuevamente a la presión de la Casa Rosada para que sus legisladores se ausenten y así evitar que se lleve a cabo la sesión.
Los gobernadores radicales Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy) están más decididos a avanzar con la derogación del decreto que permite al Gobierno realizar un canje de deuda sin pasar por el Congreso ni cumplir con los requisitos establecidos por la Ley de Administración Financiera.
Sin embargo, la atención se centra en Unión por la Patria, ya que al menos nueve de sus 99 diputados se negaron a asistir en los intentos anteriores para discutir este tema.
La postura de Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero) será crucial; este último recientemente participó en un acto junto a Cristina Kirchner, presidenta del PJ, quien ha criticado abiertamente a los mandatarios que no representan los principios del peronismo.
El bloque de Encuentro Federal, presidido por Miguel Ángel Pichetto, expresó su descontento con los gobernadores por haber obstaculizado esta única oportunidad parlamentaria que podría haber facilitado las conversaciones con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y su vice, Lisandro Catalán, sobre el presupuesto del próximo año.
Ni Martín Llaryora (Córdoba), ni Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), que cuentan con legisladores en ese espacio, han apostado plenamente por esta estrategia en el Congreso.
Si se deroga el DNU 846, el Gobierno se verá obligado a negociar para aprobar la nueva «Ley de leyes», que también incluye disposiciones sobre la reestructuración de la deuda.
Limitadas expectativas de la oposición para influir en el Gobierno
La oposición tiene escasas expectativas sobre su capacidad para ejercer presión sobre la administración de Javier Milei. Incluso si logran rechazar el DNU en Diputados, no hay tiempo suficiente para que pase al Senado.
Por ello, han incluido en el temario propuesto para la sesión del martes una prórroga de las sesiones ordinarias. Esto les permitiría no solo tratar el tema en la otra cámara —aunque Victoria Villarruel no está dispuesta a habilitar ningún debate— sino también extender los plazos para consensuar el Presupuesto 2025.
En Balcarce 50, el oficialismo parece más interesado en continuar con el presupuesto vigente desde 2022 bajo el gobierno de Alberto Fernández. En un año electoral como será 2025, esto les facilitaría un uso discrecional de los recursos y permitiría realizar ajustes mayores en diversas áreas, lo cual preocupa a los gobernadores.
La única respuesta concreta del oficialismo ha sido el envío de dos iniciativas al Parlamento para eliminar las PASO y modificar el financiamiento de los partidos políticos como parte de una reforma electoral más amplia.