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Presos en Chubut: ¿hambre o tobillera?

A la crisis por sobrepoblación en las cárceles chubutenses, que derivó en un decreto declarando la Emergencia, ahora se suma un pedido alimenticio de presos residentes en el Instituto Penitenciario Provincial (IPP).

Los reclusos elevaron una nota al ministro de Gobierno Federico Massoni en la que plantearon la necesidad de mejoras en las condiciones de confinamiento.

Son cincuenta condenados firmantes. Uno de ellos especificó que son necesarias mejoras para la garita del complejo penitenciario, que no cuenta con la iluminación necesaria. Un pedido al parecer insólito en un preso -que es siempre potencial fugado-, pero que explicaron «es para garantizar la integridad física de nuestros familiares” durante las visitas.

Los internos reclamaron “cursos técnicos profesionales de capacitación y que sean remunerativos, para poder lograr un ingreso económico y de alguna manera, poder solventar los gastos de nuestras familias y apuntalar nuestra reinserción social, de cara a nuestras prontas libertades, así como también lo establece la Ley 24.660 en su artículo 106”.

También pidieron elevar la cantidad de visitas familiares -y “especiales”- de una a dos veces al mes y de cuatro horas de duración cada una. Explican que es “para afianzar nuestros vínculos familiares”. 

Además solicitaron visitas extraordinarias” en los casos de presos no oriundos de la zona y con familiares a largas distancias. Demandan que es un problema porque en este Instituto se encuentran alojados varios internos de distintas ciudades como Río Mayo, Gobernador Costa, Esquel, Sarmiento y Comodoro Rivadavia y de otras provincias. Eso imposibilita -las visitas- por distancia, gastos económicos y estadías, ya que no hay organismo competente como para tramitar los pasajes correspondientes o facilitar los medios para afianzar y mejorar los lazos familiares”.

Los ciudadanos privados de su libertad reclaman que las raciones de comida no son suficientes para cubrir sus necesidades y que “estamos pasando de hambre”. Solicitaron que se haga efectivo “el ingreso de cocinas anafe eléctricas, como así también una heladera o freezer, un microondas y, por último, una olla familiar de material aluminio para poder calentar la comida”.

Nuevamente denunciaron la irregularidad en la asistencia médica. Afirman que las prescripciones médicas para aquellos con enfermedades crónicas no funcionan adecuadamente en tiempo y forma. Solicitan que en esos casos se otorgue arresto domiciliario.

Los presos piden para favorecer su reinserción social contar con “talleres y microemprendimientos, que ya ha sido avalado por Nación dicho pedido y fondos para este establecimiento, que pretendía ser ‘cárcel modelo’ para una mejor reinserción social, contando con el espacio suficiente”.

Con la emergencia carcelaria declarada recientemente, la provincia habilitó la compra de cuarenta tobilleras electrónicas y liberará detenidos que cumplirán prisión domiciliaria.

El Jefe de la Policía del Chubut, Miguel Gómez, explicó que “estamos superados en la capacidad de alojamiento de los detenidos. Esto implica lamentablemente que algunos detenidos tengan que salir con la tobillera electrónica que el Ministerio de Gobierno está gestionando”.

Fuente: Diario de Madryn / El Chubut

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