Ley de Lemas en Chubut: un delirio importante
Por Santiago Costa
Dicen los politólogos que en democracia el camino que va desde un ciudadano/a = un voto hasta la elección de los representantes, está plagado de sistemas electorales, sistemas de partidos y más de un «tecnicismo» donde se puede torcer la voluntad popular.
La ley de lemas -o el balotaje, o el d´hont- son sistemas electorales que «traducen» los votos en escaños legislativos o sillones ejecutivos. Consagran cierto tipo de mayorías. Ningún sistema es bueno o malo en sí, pero tampoco son «neutros»: persiguen un fin, que generalmente beneficia a quien buscó implementarlo.
Una finalidad puede ser la estabilidad democrática con un ejecutivo sólido – mediante un balotaje que exija más de un 50% de votos-; otro la «pluralidad» de representaciones para incluir minorías (por ejemplo en la elección de diputados por sistema proporcional d´hont, que favorece la multiplicidad de bloques).
La ley de lemas no garantiza estabilidad o pluralidad, sino que traslada a la elección general internas no resueltas en los partidos -¡aún contando con ley de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias!-. Degrada el sistema de partidos al facilitarles un «atajo» y estafa a los votantes, favoreciendo que no necesariamente el candidato que más votos obtenga sea electo.
Antecedentes y frustraciones
En una elección con lemas no gana el candidato individualmente más votado, sino aquel que integre el lema que reúna la mayor cantidad de apoyos. Para determinar quién gana una elección primero se cuentan los votos a cada lema y esto rompe con la lógica de que el candidato más votado es el ganador: es una suerte de elección interna y general al mismo tiempo.
Este sistema estuvo vigente más de cien años en Uruguay y se probó en las provincias de La Rioja, Salta, Chubut, Jujuy, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. Hoy solo rige para elecciones provinciales ejecutivas en Santa Cruz. Formosa y Misiones lo utilizan solo para las elecciones municipales y legislativas.
En Uruguay la reforma constitucional de 1996 eliminó la Ley de Lemas para la elección de Presidente y Vicepresidente. Solo para estas categorías, los partidos deben presentar listas de candidatos únicas luego de una primaria interna.
En Santa Fe la ley rigió desde 1991 a 2007. En 2003 el socialista Hermes Binner obtuvo el 42,4% de los votos, pero perdió contra el peronista Jorge Obeid, que fue votado por el 24,4% del padrón. El lema de Binner junto con la UCR tuvo 45,2% del total, pero el PJ con sus cinco sublemas 51%.
Fue tan marcada la «distorsión» entre el deseo del votante y el resultado, que la indignación general llevó a la inmediata reforma del sistema y abandono de la Ley de Lemas.
Ese es el camino que indicó la Corte Suprema de Justicia ante el amparo presentado por la UCR contra la provincia de Santa Cruz, porque es un asunto de derecho público provincial en el que al máximo tribunal no le corresponde intervenir.
En las elecciones de 2015 Eduardo Costa (Cambiemos) fue el candidato más votado con 67.174 votos (41%). Alicia Kirchner (del Frente Para la Victoria) obtuvo 56.969 votos (34,8%).
Pero sumados los votos a Daniel Peralta (27.464) a los de Alicia Kirchner, obtuvieron 84.433 sufragios y derrotaron los 74.990 que totalizó el lema Cambiemos y mediante la ley de lemas Alicia Kirchner fue electa.
Chubut
Como en casi todos los órdenes, Chubut es una anomalía. Tuvo ley de lemas en tan solo una elección a gobernador y con una particularidad: tuvo segunda vuelta/balotaje y el peronismo… creó un verdadero boomerang.
Si el plan era crear “colectoras” de votos, lo que efectivamente sucedería bajo los sublemas de Sala y Guinle, ¿por qué apelaron a la fatídica –para el peronismo– segunda vuelta?
Si la intención fue facilitar una interna partidaria sin comprometer el resultado de la elección, no lo lograron.
Carlos Maestro (31.78%) fue el candiato más votado, pero su lema perdió ante la suma de Macelo Guinle y Osvaldo Sala. Pero al ir al balotaje, Carlos Maesto le ganó al PJ con el 52.95% de los votos.
Un nuevo boomerang
El PJ en Chubut parece empecinado en complicar las cosas. Aún ausente Mario Das Neves, el PJ no pudo reincorporar a los dirigentes de peso que se habían alejado y prohibió en el Congreso de Comodoro hacer un frente con Chubut Somos Todos para ir a una PASO.
Luego de las dos sesiones frustradas en que la oposición buscó en la Legislatura insistir contra el decreto de adelantamiento de elecciones, dirigentes como Rafael Williams y Santiago Igón se mostraron dispuestos a una unidad del PJ con el oficialismo y contra Cambiemos, con la sola condición de que se unifiquen las elecciones provinciales con las nacionales.
Ahora, con el Tribunal Electoral Provincial rechazando el pedido de nulidad del proceso electoral que realizó por el PJ el diputado provincial Blas Meza Evans, Carlos Linares se reunió con el gobernador Mariano Arcioni y Ricardo Sastre. Exploran impulsar una nueva ley de lemas -sumados sus bloques, sobran los votos- si se unifican las elecciones con las nacionales.
Es muy improbable que las elecciones se unifiquen, porque esa sería una medida que al gobernador Arcioni le resultaría imposible explicar. Una nueva Ley de Lemas será percibida por el electorado como una «trampa» para Gustavo Menna y solo lograría aumentar su intención de voto entre los indecisos y el voto bronca. Lo más seguro es que estas reuniones, versiones y trascendidos sean apenas un globo de ensayo para ver que tal cala en el electorado la idea y medir su opinión.