El día que Mauricio Macri usó el atril.
El Presidente Mauricio Macri anunció ayer que solicitará un préstamo al FMI. En el Gobierno aseguraron que Argentina pedirá «un piso de 30 mil millones de dólares» a los ejecutivos del Fondo Monetario Internacional en una línea de crédito destinada a evitar posibles problemas de financiamiento que podrían surgir de las complicaciones que afectaron en las últimas dos semanas a los mercados emergentes y a la Argentina en particular.
En el Gobierno se esmeraban en las últimas horas del lunes por aclarar que, en vista de que las necesidades de financiamiento para este año ya están prácticamente cubiertas -Caputo dijo la semana pasada que sólo faltaba conseguir un 15% del financiamiento previsto para este año- es probable que los fondos solicitados a Lagarde «nunca sean usados».
“Nos sirven como una especie de garantía para conseguir más financiamiento y a mejores tasas, pero no necesariamente los vamos a usar”, dijo un ministro. Dujovne viajó para pulir el acuerdo, que sería por unos US$30.000 millones.
Aunque el Presidente advirtió que formalmente el martes comenzarían las negociaciones, se supo de fuentes oficiales que el jefe de Estado se decidió a entablar las conversaciones con la titular del FMI Christine Lagarde el lunes.
Fue en una reunión de la que participaron el jefe de Gabinete Marcos Peña, los vices Mario Quintana y Gustavo Lopetegui y los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Luis Caputo (Finanzas). El Ministro Dujovne ya se había reunido en privado con Lagarde hace dos semanas en Washington.
“Esto va a arrancar complicado”, dijo Caputo y continuó «es un crédito grande, que justifica pagar el costo político».
«Hace minutos hablé con Cristine Lagarde, su directora, y nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo. Esto nos va a permitir avanzar en este plan de crecimiento y desarrollo, dándonos respaldo para enfrentar este escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido», dijo el Presidente pasado el mediodía del martes, al confirmar el «inicio de conversaciones» con el organismo internacional de crédito.
Para Macri, “dependemos del financiamiento externo por el enorme gasto público que heredamos”.
«Esta política [gradualista] depende mucho del financiamiento externo. Durante los dos primeros años hemos contado con un contexto mundial muy favorable, pero eso hoy está cambiando», explicó el Presidente.
En su discurso, que duró menos de tres minutos, el presidente continuó diciendo que «las condiciones mundiales están cada día más complejas, y por varios factores: suben las tasas de interés, el petróleo, se han devaluado las monedas, entre otras variables que no manejamos. El problema es que somos de los países del mundo que más dependemos del financiamiento externo, producto del enorme gasto público que heredamos y que estamos ordenando», justificó Macri, en referencia al kirchnerismo.
«Mi convicción es que estamos recorriendo el único camino posible para salir del estancamiento, buscando siempre evitar una gran crisis económica que nos haga retroceder y dañaría a todos», afirmó Macri.
«Por eso, implementamos una política económica gradualista que busca equilibrar el desastre que nos dejaron en nuestras cuentas públicas, cuidando a los sectores vulnerables y al mismo tiempo creciendo, generando así más empleo y desarrollo», agregó.
Nicolás Dujovne en cambio habló desde el Palacio de Hacienda. Evitó dar detalles de la negociación, aunque intentó llevar confianza a los mercados y a la opinión pública. «Estamos lejísimos tener una crisis, recurrimos a fondos extras de manera preventiva
Desde los aliados, el apoyo fue instantáneo en la CC-ARI y algo más difuso desde la UCR. Los líderes de los dos partidos supieron de la medida antes de que se conozca el mensaje de Macri, pero no ayer cuando se reunieron en la Casa Rosada.
El partido de Elisa Carrió expresó su «total alineamiento» con la decisión tomada. «La oposición irresponsable del PJ está poniendo en jaque la confianza en la Argentina. Pese a ello, los argentinos vamos a revertir esto en el corto plazo. Ir al FMI con una tasa del 4% es ahorrar la mitad de los intereses, estar cubiertos hasta 2019 e impedir el eterno golpismo de los devaluacionistas», escribió Carrió.
Desde la UCR no hubo comunicado de respaldo, aunque sí apoyo público de algunos dirigentes, como el presidente Alfredo Cornejo y el diputado José Cano.
Fuente: La Nación / Clarín